La reciente decisión del Servicio de Impuestos Internos (SII) de eliminar el «factor de localización comercial» en el cálculo del impuesto territorial ha generado un gran revuelo en el comercio del centro de Santiago. Esta medida, anunciada el pasado lunes, promete una rebaja de hasta un 50% en las contribuciones para locales comerciales y oficinas, lo que ha despertado esperanzas de reactivación en un sector que ha sufrido considerablemente en los últimos años debido a la pandemia y al estallido social.
**Expectativas de Propietarios y Arrendatarios**
La noticia ha sido recibida con optimismo por muchos propietarios y arrendatarios. Yolanda Mancilla, dueña de la tradicional cafetería árabe Bombón Oriental, expresó su esperanza de que esta rebaja se traduzca en una disminución de los arriendos. Sin embargo, Luis Salas, propietario de una reparadora de calzados, advirtió que la decisión final sobre los precios de los arriendos recae en los dueños de las propiedades. En el centro de Santiago, la mayoría de los locales comerciales son arrendados, lo que significa que los cambios en el impuesto territorial impactan más a los propietarios que a los arrendatarios.
El director del SII, Javier Etcheberry, explicó que esta reevaluación busca reflejar el deterioro que ha sufrido el centro de Santiago, donde muchas tiendas emblemáticas han cerrado y los grandes retailers han migrado hacia zonas más prósperas. La eliminación del factor comercial es vista como un alivio directo para el 95% de los locales y oficinas en la zona, lo que podría mejorar la rentabilidad de los inmuebles y atraer nuevos arrendatarios.
**Impacto en el Mercado Inmobiliario**
Los expertos en bienes raíces también están observando de cerca esta situación. Según un análisis de GPS Property, en la comuna de Santiago existen aproximadamente 9.700 locales comerciales, con un tamaño promedio de 217 metros cuadrados. La consultora Colliers estima que la rebaja beneficiará a alrededor de 3.400 propiedades. Aunque el alivio financiero directo lo recibirán los propietarios, se espera que esto genere un efecto en cadena que beneficie a los arrendatarios, especialmente aquellos que asumen el pago de las contribuciones en sus contratos.
Rafaela Urrutia, broker de la corredora de propiedades RE/MAX, señala que en contratos donde el arrendatario paga directamente las contribuciones, la rebaja representa un alivio financiero inmediato. Sin embargo, en contratos brutos, donde el arriendo incluye todos los costos, los propietarios podrían ajustar los valores o mejorar su rentabilidad. Reinaldo Gleisner, vicepresidente de Colliers, advierte que aunque la rebaja podría traducirse en una reducción de los arriendos, este impacto sería limitado, ya que el pago anual por contribuciones representa solo entre un 5% y un 10% del ingreso anual por arriendo.
La tasa de vacancia en el comercio en Santiago ha aumentado considerablemente, alcanzando entre un 20% y un 25%, lo que ha llevado a una reducción de los precios de los arriendos en los últimos cinco años. En este contexto, la rebaja de contribuciones podría ser un factor que incentive la reapertura de locales comerciales y la reactivación del sector.
**El Futuro del Comercio en Santiago**
Desde 2019, se estima que alrededor de 1.000 locales comerciales han cerrado en el centro de Santiago. La actual tasa de vacancia ha llevado a que los precios de los arriendos se reduzcan entre un 30% y un 50%. En este sentido, la eliminación del factor comercial podría ser un punto de inflexión para la revitalización del comercio en la zona.
Los expertos proyectan que, si la rebaja de contribuciones se traduce en una reducción efectiva del 50%, esto podría resultar en un repunte en la apertura de nuevos locales. Se estima que podrían reaperturarse unos 150 locales comerciales, y la vacancia en oficinas podría disminuir por debajo del 10%. Sin embargo, todos coinciden en que esta medida debe ser parte de un plan más integral que aborde otros problemas, como la percepción de inseguridad en el centro de Santiago.
Además, se sugiere implementar otras medidas económicas que favorezcan el atractivo del centro, como patentes municipales orientadas a un comercio más turístico o incentivos fiscales para quienes remodelen sus locales. La combinación de estas estrategias podría ser clave para recuperar la vitalidad del comercio en el centro de Santiago y atraer tanto a nuevos arrendatarios como a clientes.
La eliminación del factor comercial en las contribuciones es, sin duda, un paso positivo hacia la reactivación del comercio en Santiago Centro. Sin embargo, el éxito de esta medida dependerá de la colaboración entre propietarios, arrendatarios y autoridades para crear un entorno comercial más dinámico y atractivo.
