El economista y académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Óscar Landerretche, ha generado un intenso debate en el ámbito político chileno tras su reciente apoyo a la candidata del Partido por la Democracia (PPD), Carolina Tohá. En un contexto marcado por las primarias oficialistas, Landerretche ha expresado su preocupación por el futuro de la centroizquierda en el país y ha planteado interrogantes sobre la dirección que podría tomar el gobierno de Gabriel Boric si el Frente Amplio pierde el poder.
### La Importancia de la Unidad en la Centroizquierda
Durante una conversación en Radio Infinita, Landerretche subrayó la necesidad de reconstruir una coalición que se asemeje a lo que fue la Concertación, un movimiento político que abogó por una centroizquierda socialdemócrata progresista. En este sentido, enfatizó que el éxito de la candidatura de Tohá es crucial para evitar una derrota significativa en las próximas elecciones. «Es muy importante reconstruir algo que se parezca a lo que fue la Concertación», afirmó Landerretche, quien también destacó que su apoyo a Tohá no es solo una cuestión de lealtad partidaria, sino una convicción sobre la dirección política que debe tomar el país.
Landerretche no se detuvo ahí; también hizo hincapié en las diferencias fundamentales que existen entre las distintas facciones de la izquierda chilena. Afirmó que no ve al Frente Amplio como un movimiento socialdemócrata y que, de hecho, los propios miembros del FA podrían no identificarse con esa etiqueta. Esta crítica a la falta de un proyecto claro y cohesionado dentro del FA refleja una preocupación más amplia sobre la fragmentación de la izquierda en Chile y su capacidad para competir efectivamente en el futuro.
### Dudas sobre el Liderazgo de Gabriel Boric
El economista también dirigió su atención hacia el presidente Gabriel Boric, expresando dudas sobre su madurez política y su capacidad para liderar en un contexto de crisis. Landerretche planteó que es fundamental distinguir entre las convicciones genuinas de un político y lo que es conveniente decir en un momento dado. «Cuando alguien se comporta de una manera por 15, 17 años y después por dos se comporta de otra manera, bueno, está bien, es un avance, pero quiero ver, pago por ver», comentó, sugiriendo que el verdadero carácter de Boric se revelará una vez que deje el cargo.
Además, Landerretche expresó su preocupación por el futuro del país en caso de que un gobierno de derecha asuma el poder. «Me gustaría que si hay un gobierno de derecha traten de no derribarlo. Convertir el país en un maldito infierno lleno de, digamos, de quemar iglesias. Quiero ver eso. ¿Estoy convencido de que eso no va a ocurrir? No, no estoy convencido», afirmó, lo que refleja un escepticismo pragmático sobre la capacidad de la derecha para gobernar sin generar caos.
La postura de Landerretche ha generado reacciones diversas dentro del espectro político. Algunos lo ven como una voz de la razón que busca unir a la centroizquierda en un momento crítico, mientras que otros critican su enfoque como pesimista y divisivo. Sin embargo, su análisis sobre la situación política actual y las dinámicas internas de la izquierda chilena es innegablemente relevante en el contexto de las próximas elecciones.
A medida que se acercan las primarias, la incertidumbre sobre el futuro político de Chile se intensifica. Las palabras de Landerretche resuenan en un momento en que la unidad y la claridad de propósito son más necesarias que nunca para la centroizquierda. La capacidad de los partidos para superar sus diferencias y presentar una alternativa viable al electorado podría determinar el rumbo del país en los próximos años. La pregunta que queda en el aire es si los líderes actuales podrán aprender de las lecciones del pasado y construir un futuro más cohesionado y esperanzador para Chile.