La reciente celebración del Te Deum Ecuménico en la Catedral Metropolitana de Santiago se vio marcada por la notable ausencia de Jeannette Jara, una de las figuras más relevantes de la izquierda chilena en la actual contienda electoral. Su inasistencia, aunque justificada por «motivos personales», ha suscitado un amplio debate sobre las implicaciones políticas de esta decisión en un contexto donde cada aparición pública cuenta. A continuación, se exploran los detalles de este evento y las reacciones que ha generado en el ámbito político.
La ceremonia, que tradicionalmente reúne a diversas figuras políticas y religiosas, tuvo una asistencia notable de candidatos presidenciales de la oposición. Sin embargo, la falta de Jara fue especialmente comentada, dado que su presencia había sido anticipada. La exministra del Trabajo es considerada una de las cartas más fuertes de la izquierda, y su ausencia se interpretó como un repliegue estratégico en medio de una campaña electoral intensa.
### Contexto de la Inasistencia
Jeannette Jara había confirmado su asistencia al Te Deum, pero a medida que se acercaba la fecha, su equipo comenzó a insinuar que podría no asistir. Finalmente, se optó por no participar, lo que generó especulaciones sobre su estado de ánimo y la estrategia de campaña. Desde su entorno, se argumentó que necesitaba un «respiro» tras semanas de intensa actividad política y críticas a su desempeño en el debate presidencial. Esta decisión de ausentarse se puede entender como un intento de manejar la presión mediática y política que enfrenta en este momento crucial.
La última aparición pública de Jara fue en un evento cultural, lo que también sugiere un intento de distanciarse de la política estricta y buscar un enfoque más relajado. Sin embargo, su ausencia en un evento de tal relevancia como el Te Deum ha llevado a cuestionamientos sobre su compromiso y su capacidad para conectar con el electorado en un momento en que la visibilidad es clave.
### Reacciones de la Clase Política
La reacción a la ausencia de Jara fue variada. Por un lado, su principal adversario, José Antonio Kast, optó por no polemizar sobre el tema, señalando que cada candidato tiene sus motivos para asistir o no a eventos. Esta postura podría interpretarse como un intento de mantener una imagen de respeto y civilidad en un clima político que a menudo se torna hostil.
Desde el oficialismo, la diputada Helia Molina expresó su sorpresa por la falta de presencia de Jara y otros candidatos de la izquierda, lo que podría indicar una preocupación por la cohesión y la visibilidad del sector en un momento crítico. La ausencia de Jara podría ser vista como una oportunidad perdida para fortalecer la imagen de unidad y compromiso de la izquierda ante el electorado.
Por otro lado, los candidatos de la derecha, como Johannes Kaiser y Evelyn Matthei, no solo asistieron, sino que se mostraron activos y animados durante el evento. Esto contrasta con la situación de Jara y podría interpretarse como una ventaja para la oposición, que busca capitalizar cualquier debilidad percibida en el bloque de la izquierda.
### Mensaje del Cardenal Chomali
El cardenal Fernando Chomali, quien presidió la ceremonia, aprovechó la ocasión para enviar un mensaje a la clase política, instando a los candidatos a actuar con civilidad y respeto. Su llamado a recuperar la confianza de los ciudadanos y a demostrar que la política es una actividad noble resuena en un contexto donde la desconfianza hacia los políticos es alta. Este mensaje podría ser un recordatorio para Jara y otros candidatos sobre la importancia de la presencia y la participación activa en eventos que simbolizan la unidad y la paz en el país.
La ausencia de Jeannette Jara en el Te Deum no solo ha generado un debate sobre su estrategia de campaña, sino que también ha puesto de relieve las dinámicas de la política chilena en un momento de gran polarización. La forma en que los candidatos manejan su visibilidad y conexión con el electorado será crucial en las semanas y meses venideros, a medida que se acercan las elecciones. La decisión de Jara de no asistir podría ser vista como un riesgo, y su capacidad para recuperar terreno en la opinión pública dependerá de cómo maneje su imagen y su mensaje en el futuro.