El negocio de perfumes de lujo de los empresarios de origen indio, Ricky y Deepu Dayanani, se encuentra en el centro de una controversia legal tras la presentación de una querella penal por parte del Servicio de Impuestos Internos (SII). Esta acción ha generado un impacto significativo en su empresa, que ha sido acusada de presuntos delitos tributarios, específicamente por el uso de facturas falsas emitidas por empresas que no prestaron servicios reales. Según el SII, estas maniobras habrían permitido a los hermanos reducir de manera indebida su carga tributaria, lo que ha llevado a un perjuicio fiscal estimado en $3.051 millones.
Ricky Dayanani, en una reciente entrevista, calificó la acción penal como «instrumental» y expresó su preocupación por las repercusiones que ha tenido en su reputación y en sus relaciones comerciales con marcas de perfumes internacionales. «Esta es una presión del Servicio para lograr una condena y conseguir el pago de los tributos rechazados. Nos metieron una querella que destruye nuestra reputación e imagen», comentó el empresario. La situación se ha vuelto aún más complicada, ya que, debido a la discrepancia tributaria, se les ha restringido la emisión de facturas, lo que ha afectado gravemente su capacidad de operar.
### Consecuencias de la Querella en el Negocio
La querella ha tenido un efecto devastador en el negocio de los Dayanani. En 2024, sus empresas alcanzaron una facturación de $66.000 millones y contaban con 10 locales y más de 150 empleados. Sin embargo, la restricción en la emisión de facturas ha llevado a una caída drástica en sus ventas. Ricky Dayanani explicó que, tras la presentación de la querella, se les bloquearon los certificados digitales, lo que les impide timbrar facturas. «No puedo emitir facturas, ¿Cómo voy a pagar a los bancos y a los trabajadores si no vendo? Solo puedo vender a través de boletas», lamentó.
El impacto en su plantilla laboral ha sido significativo, con la necesidad de despedir a aproximadamente 40 empleados debido a la disminución de ventas. «El departamento mayorista ha experimentado una caída drástica y nos hemos visto obligados a despedir a unas 40 personas. Empleamos a casi 200 personas, incluyendo las que trabajaban en retail, en Falabella y Hites, así como en nuestras tiendas propias», añadió Dayanani. La situación se ha vuelto insostenible, ya que el 35% de sus ventas se realizaban a través de facturas, y ahora se encuentran limitados a la emisión de boletas, lo que ha complicado aún más su operatividad.
### La Historia Detrás del Negocio de Perfumes
Los hermanos Dayanani son hijos de inmigrantes indios que llegaron a Iquique, donde su familia ya estaba involucrada en el negocio de la perfumería. Desde los años noventa, su padre vendía perfumes alternativos en la Zona Franca, y los hermanos decidieron enfocarse en este mercado al percatarse de su potencial. En 2010, se independizaron y comenzaron a implementar el concepto de tienda de descuentos, adquiriendo licencias de marcas “semiselectivas” y, posteriormente, marcas de lujo.
«Somos el jugador más grande del mercado en perfumería de alto lujo, que abarca perfumes que van desde los $200 mil hasta los $2 millones», explicó Ricky. A pesar de la situación actual, los Dayanani han logrado establecer una sólida presencia en el mercado, ofreciendo no solo perfumes, sino también artículos de cuidado personal, belleza, relojería y licores a través de su sitio web oficial, dpgdutyfree.cl.
La asesoría legal del estudio Silva Riesco, en particular del abogado Pablo Araya Zacarías, ha sido fundamental para enfrentar la querella. Ricky Dayanani enfatizó que las marcas de renombre internacional como Creed, Tom Ford, Initio, Bond n°9, Amouage y Xerjoff no tienen ninguna participación en el proceso judicial, destacando que su actividad se concentra exclusivamente en la venta de artículos de lujo y perfumería.
La situación de los hermanos Dayanani es un claro ejemplo de cómo un conflicto tributario puede afectar no solo la operatividad de una empresa, sino también la vida de sus empleados y la reputación de sus fundadores. A medida que el proceso judicial avanza, el futuro de su negocio y de sus empleados pende de un hilo, mientras luchan por recuperar su imagen y estabilidad en un mercado altamente competitivo.