La obesidad se ha convertido en un problema de salud pública de gran magnitud en Chile, donde se estima que el 39% de la población adulta sufre de esta condición, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Esta alarmante cifra posiciona a Chile como el país con la mayor tasa de obesidad en Sudamérica, lo que ha generado un creciente interés en entender las causas y posibles soluciones a esta crisis. La académica Cecilia Sepúlveda, de la Escuela de Nutrición de la Universidad Mayor, ha señalado que la situación se debe a una combinación de factores económicos, sociales y de políticas públicas ineficaces.
**Factores que Contribuyen a la Obesidad en Chile**
Uno de los principales factores que contribuyen a la alta tasa de obesidad en Chile es el cambio en los hábitos alimentarios de la población en las últimas dos décadas. Según Sepúlveda, el consumo de verduras ha disminuido casi un 80%, mientras que el consumo de frutas, legumbres y pescado también ha caído de manera significativa. Este cambio en la dieta se ha visto acompañado por un aumento en el sedentarismo, donde menos del 75% de los chilenos desayuna diariamente. La falta de actividad física se ha convertido en un problema crítico, ya que Chile se encuentra entre los países con mayores índices de sedentarismo en la región.
Además, el consumo de alcohol en el país es uno de los más altos de Sudamérica, lo que también afecta negativamente el estado nutricional de la población. Sepúlveda destaca que, aunque existen políticas públicas como el programa «Elige Vivir Sano», la implementación de estas iniciativas ha sido insuficiente. La falta de recursos y la escasa atención a la educación nutricional desde la infancia son factores que agravan la situación.
**Desafíos Económicos y Acceso a Alimentos Saludables**
La canasta básica en Chile es una de las más caras de Latinoamérica, lo que limita el acceso a una alimentación saludable para gran parte de la población. Sepúlveda señala que muchas personas no cuentan con los recursos necesarios para optar por opciones alimenticias más saludables, lo que se traduce en altos índices de inseguridad alimentaria. Esta situación es especialmente preocupante en el caso de la obesidad infantil, que ha ido en aumento en los últimos años.
La proliferación de cadenas de comida rápida y servicios de entrega a domicilio responde a una demanda existente, lo que indica que los chilenos son consumidores activos de este tipo de alimentos. La nutricionista advierte que la accesibilidad y el costo de la comida chatarra son factores que contribuyen a la elección de opciones poco saludables. Además, muchos de estos alimentos tienen un carácter adictivo, lo que dificulta aún más el cambio hacia una dieta más equilibrada.
Sepúlveda propone varias soluciones para abordar esta crisis. Una de las más importantes es fortalecer el trabajo intersectorial entre los ámbitos de salud y educación, así como mejorar el acceso económico a alimentos saludables. La experta enfatiza que no es suficiente con aumentar los impuestos a la comida chatarra; es fundamental garantizar que la alimentación saludable sea accesible y asequible para todos.
La situación actual en Chile es un claro reflejo de la necesidad de un enfoque más integral y coordinado para combatir la obesidad. La educación nutricional desde la infancia, la promoción de hábitos saludables y la mejora del acceso a alimentos de calidad son pasos cruciales para revertir esta tendencia. La colaboración entre diferentes sectores de la sociedad es esencial para crear un entorno que favorezca la salud y el bienestar de la población chilena.
