Una tarde llena de emociones y tensiones se vivió en Paraguay, donde la Universidad de Chile enfrentó al equipo local Guaraní en un partido que, aunque terminó en derrota para los azules, no comprometió su avance a la siguiente fase de la Copa Sudamericana. El encuentro, que tuvo lugar en el Estadio Defensores del Chaco, dejó a los hinchas con sentimientos encontrados, ya que el equipo chileno había llegado con una ventaja considerable tras el partido de ida, donde logró un contundente 5-0.
La estrategia del técnico Gustavo Álvarez fue clara: no dejar nada al azar. A pesar de que la clasificación parecía asegurada, alineó a siete de los jugadores que habían participado en el encuentro anterior y que también habían jugado en el reciente empate contra Ñublense. Esta decisión fue vista como un intento de mantener la competitividad y la moral del equipo alta, aunque el resultado final no fue el esperado.
### Un partido lleno de altibajos
Desde el inicio del partido, la Universidad de Chile mostró una actitud proactiva. En el minuto 18, Lucas Assadi aprovechó un error en la salida de los defensores de Guaraní y abrió el marcador, poniendo a los azules en una posición cómoda. Sin embargo, la tranquilidad no duró mucho. A medida que el partido avanzaba, el equipo local comenzó a mostrar más agresividad y a buscar el empate.
El VAR tuvo su momento de protagonismo en el primer tiempo, cuando se revisó una posible mano de Fabián Hormazábal dentro del área, pero la decisión fue favorable para la U, ya que el árbitro desestimó la falta. Sin embargo, la presión de Guaraní se intensificó en la segunda mitad, y en el minuto 84, Richard Torales logró empatar el partido con un cabezazo que sorprendió a la defensa chilena.
La situación se tornó aún más complicada para la Universidad de Chile cuando, en el minuto 89, Torales volvió a marcar, esta vez con un disparo rasante que dejó sin opciones al portero Castellón. Este gol, que llegó en el último suspiro del encuentro, dejó a los azules con un sabor amargo, pero a pesar de la derrota, el resultado global les permitió avanzar a octavos de final.
### Mirando hacia el futuro
Con este resultado, la Universidad de Chile se prepara para enfrentar un nuevo desafío en la Copa Sudamericana. En la próxima ronda, se medirán contra Independiente de Avellaneda, un equipo que cuenta con una rica historia en el fútbol sudamericano y que no será un rival fácil. La U deberá ajustar su estrategia y aprender de los errores cometidos en el partido contra Guaraní para poder competir al más alto nivel.
Además, el equipo chileno tiene un compromiso importante en la liga local, donde se enfrentarán a Unión La Calera en el Estadio Nicolás Chahuán Nazar. Este partido, programado para el lunes a las 18:00 horas, será crucial para mantener la moral del equipo alta y asegurar un buen desempeño en ambas competiciones.
La afición de la Universidad de Chile sigue apoyando al equipo, confiando en que podrán superar los obstáculos que se presenten en el camino. La combinación de experiencia y juventud en el plantel, junto con el liderazgo de Gustavo Álvarez, podría ser la clave para que el equipo logre avanzar en la Copa Sudamericana y también en el torneo nacional.
En resumen, aunque la derrota ante Guaraní fue un golpe duro, la Universidad de Chile ha demostrado que tiene la capacidad de recuperarse y seguir adelante. La próxima semana será decisiva para el futuro del equipo, y los hinchas esperan que los azules puedan brindarles alegrías en los próximos encuentros.