Un fuerte sismo de magnitud 6.4 en la escala de Richter remeció la zona norte de Chile el 6 de junio de 2025, a las 13:15 horas. El epicentro del movimiento telúrico se localizó a 54 kilómetros al sur de Diego de Almagro, en la Región de Atacama. Este evento sísmico fue percibido en varias regiones, incluyendo Antofagasta, Atacama y Coquimbo, generando preocupación entre los habitantes de estas áreas.
### Intensidades del Sismo en Diferentes Regiones
Según el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED), las intensidades del sismo variaron significativamente entre las distintas localidades. En la Región de Antofagasta, se reportaron intensidades de V en Antofagasta y Mejillones, y VI en Taltal. Por su parte, en la Región de Atacama, las ciudades de Copiapó y Tierra Amarilla experimentaron la mayor intensidad, alcanzando el nivel VII en la escala de Mercalli. En Chañaral y Caldera, la intensidad fue de VI, mientras que en la Región de Coquimbo, La Serena y Coquimbo registraron una intensidad de III.
El sismo generó alarma, especialmente en Copiapó y Tierra Amarilla, donde la intensidad fue notablemente alta. Los residentes de estas áreas reportaron que el movimiento fue fuerte y prolongado, lo que llevó a muchos a evacuar edificios y buscar refugio en espacios abiertos. Las autoridades locales activaron protocolos de emergencia para evaluar posibles daños a la infraestructura y garantizar la seguridad de la población.
### Evaluación de Daños y Respuesta de Emergencia
El Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres se movilizó rápidamente para evaluar la situación tras el sismo. Se realizaron inspecciones en edificios y estructuras críticas para determinar si había daños significativos. Hasta el momento, no se han reportado lesiones graves ni víctimas fatales, lo que es un alivio para las comunidades afectadas.
Además, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA) informó que las características del sismo no reunían las condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas chilenas, lo que contribuyó a reducir la ansiedad entre la población costera.
Las autoridades también han instado a la ciudadanía a mantenerse informada a través de canales oficiales y a seguir las recomendaciones de seguridad en caso de réplicas. La preparación ante emergencias es crucial en una región propensa a sismos, y se han realizado campañas educativas para concienciar a la población sobre cómo actuar durante y después de un evento sísmico.
La comunidad ha respondido con solidaridad, ofreciendo ayuda a quienes podrían haber sufrido daños en sus hogares o negocios. Se han organizado centros de acopio para recolectar alimentos y suministros básicos para aquellos que lo necesiten. La resiliencia de la población es un factor clave en la recuperación tras este tipo de desastres naturales.
En resumen, el sismo de magnitud 6.4 que sacudió el norte de Chile ha puesto a prueba la preparación y la respuesta de las autoridades y la comunidad. A medida que se continúan las evaluaciones y se implementan medidas de seguridad, la población se mantiene alerta y unida, demostrando una vez más su capacidad para enfrentar adversidades.