La reciente actualización de la metodología para medir la pobreza en Chile ha generado un amplio debate en torno a su impacto y efectividad. La Comisión Asesora para la Actualización de la Medición de la Pobreza ha presentado recomendaciones que se implementarán en la Encuesta Casen 2024, cuyo resultado se espera para enero de 2026. Este artículo explora los cambios más significativos en la metodología y su posible repercusión en la evaluación de la pobreza en el país.
### Nuevas Metodologías y Criterios de Medición
Una de las modificaciones más destacadas en la nueva metodología es la eliminación del concepto de alquiler imputado en el cálculo de ingresos. Este cambio responde a la necesidad de diferenciar entre hogares propietarios y arrendatarios, lo que permitirá una evaluación más precisa de la situación económica de cada grupo. En la metodología anterior, el alquiler imputado se aplicaba a los propietarios, quienes no pagaban arriendo, lo que les otorgaba un margen adicional en su capacidad de gasto. Sin embargo, este enfoque no reflejaba adecuadamente la realidad de los arrendatarios, quienes enfrentan gastos mensuales significativos.
Además, se ha propuesto la incorporación de una canasta básica saludable que busca reducir en un 50% la presencia de alimentos ultraprocesados, ajustándose a una norma calórica de 2,000 calorías diarias. Este cambio es crucial, ya que la alimentación es un factor determinante en la calidad de vida y la salud de la población. Sin embargo, el gobierno ha decidido utilizar la VIII Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) de 2016-2017 para calcular la canasta básica de alimentos, a pesar de las recomendaciones de la Comisión de no considerar la encuesta más reciente de 2021-2022, que podría haber estado influenciada por factores transitorios como los retiros de fondos previsionales y ayudas estatales.
### Medición de la Pobreza Multidimensional
En cuanto a la pobreza multidimensional, el gobierno ha decidido mantener las cinco dimensiones de análisis, pero ha incrementado el número de indicadores de quince a veinte, con ponderaciones iguales para cada uno. Este enfoque busca ofrecer una visión más integral de la pobreza, considerando no solo los ingresos, sino también otros factores que afectan la calidad de vida de las personas. Se ha establecido un umbral de pobreza que supera el 20% de carencias, alineándose con las recomendaciones de la Comisión.
Entre los cambios más relevantes en los indicadores se encuentra la redefinición del indicador de dependencia funcional, que ahora se denomina “Apoyo en cuidado de personas con dependencia funcional”. Además, el déficit habitacional se ha dividido en dos componentes: cuantitativo y cualitativo. Sin embargo, se ha decidido no incorporar la carencia de asequibilidad en vivienda al índice de pobreza multidimensional, aunque este indicador seguirá siendo estimado y publicado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia.
### Impacto de la Nueva Metodología
La Comisión Asesora realizó un análisis retrospectivo para estimar cómo habría sido la pobreza en años anteriores si la nueva metodología hubiera estado en vigor. Por ejemplo, en 2017, la pobreza se habría estimado en un 24.2% en lugar del 8.7% reportado. En 2020, la cifra habría aumentado del 10.8% al 32.2%, y en 2022, del 6.5% al 22.3%. Estos datos sugieren que la nueva metodología podría revelar una realidad más cruda de la pobreza en el país, lo que podría tener implicaciones significativas para las políticas públicas y la asignación de recursos.
Paulina Henoch, una de las integrantes de la Comisión, ha expresado su preocupación por las diferencias que persisten en la metodología de ingresos respecto a lo propuesto originalmente. Ella enfatiza la importancia de contar con cifras que permitan dimensionar el impacto de estos cambios, ya que una mejor identificación de la población en situación de pobreza es fundamental para el diseño de políticas efectivas.
La Comisión está compuesta por un grupo diverso de expertos en pobreza, estratificación social y políticas públicas, liderados por el economista Osvaldo Larrañaga. Este enfoque multidisciplinario busca asegurar que las recomendaciones sean integrales y reflejen la complejidad de la pobreza en Chile.
En resumen, los cambios en la metodología de la Encuesta Casen 2024 representan un paso significativo hacia una medición más precisa y justa de la pobreza en Chile. Sin embargo, la implementación de estas recomendaciones y su impacto real en la población aún están por verse, y será crucial seguir de cerca cómo se desarrollan estos cambios en los próximos años.
