En el marco de las primarias presidenciales que se llevarán a cabo el próximo 29 de junio, la exministra del Trabajo, Jeannette Jara, ha expresado su descontento ante una minuta que ha circulado entre los voceros de la campaña de Carolina Tohá. Esta minuta, que ha generado revuelo en el ambiente político, instruye a los representantes de Tohá a evitar responder a las provocaciones del Frente Amplio y a enfocar sus esfuerzos en contrarrestar la figura del Partido Comunista, del cual Jara es parte.
Durante un reciente debate, Jara fue cuestionada sobre si había tenido la oportunidad de discutir esta minuta con Tohá. Su respuesta fue clara: «No, no. No, es que no lo puedo creer». La exministra, visiblemente afectada, añadió: «De verdad, yo sé que todos me han dicho que es verdad, pero yo no lo puedo creer». Esta declaración refleja no solo su sorpresa, sino también una profunda tristeza ante la estrategia que se está implementando en la campaña de su competidora.
La minuta en cuestión sugiere que un triunfo de Jara podría favorecer a la derecha, insinuando que su victoria podría resultar en una segunda vuelta entre candidatos de la derecha, como Matthei y Kast. Este mensaje ha sido parte de la narrativa que el comando de Tohá busca instalar, generando un clima de tensión entre los distintos sectores de la coalición de izquierda.
### La Estrategia del Comando de Tohá
La estrategia del comando de Carolina Tohá parece estar centrada en deslegitimar a Jara y su candidatura, presentándola como un riesgo para el avance de la izquierda en las elecciones. En la minuta se menciona que «si gana Jara, gana el Partido Comunista», lo que implica que su éxito podría traducirse en un debilitamiento de las posibilidades de la coalición de izquierda en su conjunto. Esta táctica ha sido vista por muchos como un intento de dividir el voto progresista y consolidar el apoyo hacia Tohá, quien representa una facción más moderada dentro de la coalición.
El mensaje que se busca transmitir es claro: un eventual triunfo de Jara podría abrir las puertas a una victoria de la derecha, lo que ha llevado a algunos a cuestionar la viabilidad de su candidatura. Este tipo de estrategias no son nuevas en el ámbito político, donde las campañas a menudo se ven marcadas por ataques directos y tácticas de descalificación. Sin embargo, el hecho de que provenga de un sector que debería estar alineado con Jara ha generado un debate interno sobre la unidad y la cohesión de la izquierda.
### Reacciones y Consecuencias
Las reacciones a la minuta no se han hecho esperar. Varios líderes y simpatizantes del Partido Comunista han salido en defensa de Jara, argumentando que la estrategia del comando de Tohá es contraproducente y podría fracturar aún más la coalición. Algunos han señalado que este tipo de divisiones solo benefician a la derecha, que se encuentra en una posición fuerte en las encuestas.
Además, la situación ha puesto en evidencia las tensiones internas dentro de la coalición de izquierda, que ha luchado por mantener una imagen unificada ante el electorado. La falta de comunicación y la desconfianza entre los distintos sectores podrían resultar en un debilitamiento de la campaña en su conjunto, lo que podría tener repercusiones en las elecciones generales.
Por otro lado, Jara ha manifestado que su enfoque seguirá siendo el de construir una campaña inclusiva y centrada en las necesidades de la ciudadanía, a pesar de las adversidades. Su mensaje ha resonado entre sus seguidores, quienes ven en ella una figura capaz de representar los intereses de los sectores más vulnerables del país.
En este contexto, la figura de Jeannette Jara se ha vuelto más relevante que nunca. Su capacidad para navegar estas aguas turbulentas y su habilidad para conectar con el electorado serán cruciales en las semanas que quedan antes de las primarias. La pregunta que muchos se hacen es si podrá superar las estrategias de descalificación y construir un mensaje que resuene con los votantes, o si, por el contrario, la táctica del comando de Tohá logrará desviar el apoyo que ha cosechado hasta ahora.
La situación actual plantea un escenario complejo para la izquierda chilena, que se enfrenta a la necesidad de unirse y consolidar su base de apoyo si desea tener éxito en las próximas elecciones. Las decisiones que se tomen en los próximos días serán determinantes para el futuro político del país.
