La campaña presidencial en Chile ha comenzado a tomar forma, y con ella, las tensiones entre los candidatos del oficialismo se han intensificado. Con la fecha de las primarias programada para el 29 de junio, los cuatro abanderados han intensificado sus actividades en el terreno, buscando captar la atención de los votantes y marcar diferencias entre ellos. Carolina Tohá (PPD), Jeannette Jara (PC), Gonzalo Winter (FA) y Jaime Mulet (FRVS) han estado en el centro de un debate que no solo refleja sus aspiraciones individuales, sino también las divisiones dentro de la coalición de gobierno.
Uno de los aspectos más destacados de esta semana fue el debate organizado por un medio de comunicación y una radio, donde los candidatos tuvieron la oportunidad de confrontar sus ideas y estrategias. Jara, quien ha ido ganando terreno en las encuestas, se destacó al criticar la gestión del gobierno en temas como el acuerdo por el litio entre Codelco y SQM. Su intervención no solo provocó la molestia de sus contrincantes, sino que también evidenció la creciente rivalidad entre los candidatos, especialmente entre ella y Tohá, quien ha sido objeto de críticas por su gestión como ministra del Interior.
La última encuesta de Cadem muestra que Jara lidera con un 8% de las preferencias, seguida de cerca por Tohá con un 7%, mientras que Winter se encuentra en una posición más rezagada con un 3%. Esta dinámica ha llevado a los candidatos a reforzar sus posturas y a distanciarse de sus oponentes, lo que ha sido evidente en los debates recientes. La presión por destacar en un entorno electoral que, según algunos, ha estado marcado por la apatía, ha llevado a los candidatos a adoptar un tono más agresivo en sus intervenciones.
**La Estrategia de Jeannette Jara**
Jara ha optado por una estrategia que busca conectar con el electorado más joven y de sectores socioeconómicos bajos, quienes votarán por primera vez en estas primarias. Su campaña se ha centrado en mostrar una imagen cercana y accesible, utilizando imágenes de su interacción con la comunidad, como en su reciente visita a las caletas de La Serena y Coronel. Esta conexión con la gente es parte de su estrategia para “pellizcar” el voto de Winter y Mulet, quienes representan a sectores más tradicionales de la izquierda.
Además, Jara ha sido clara en marcar diferencias con Tohá, cuestionando su desempeño en el Ministerio del Interior y sugiriendo que, de ser presidenta, no la nombraría en su gabinete. Este tipo de comentarios han llevado a Tohá a defender su gestión, argumentando que las críticas de Jara y Mulet solo benefician a la oposición. La exministra ha enfatizado la importancia de no caer en la trampa de la derecha, que busca explotar cualquier debilidad en la gestión del oficialismo.
La próxima semana, Jara ampliará su campaña a otras regiones, incluyendo Biobío, Atacama y Antofagasta, donde el Partido Comunista ha identificado un vacío de liderazgo en la izquierda. Este movimiento es estratégico, ya que busca consolidar su presencia en áreas donde el apoyo a Winter ha sido más fuerte, especialmente tras la caída de figuras como Catalina Pérez.
**La Respuesta de Carolina Tohá y Gonzalo Winter**
Por su parte, Tohá ha recibido el respaldo del consejo nacional de la Democracia Cristiana, un gesto simbólico que, aunque no tiene un impacto directo en la votación, refuerza su posición dentro del oficialismo. Su campaña ha incluido visitas a diversas regiones, donde ha intentado mostrar su cercanía con los votantes y su compromiso con las problemáticas locales. Sin embargo, su relación con figuras de la Concertación ha generado preocupación dentro del Frente Amplio, que teme un regreso a las dinámicas políticas de los años 90.
Winter, por otro lado, ha estado recibiendo refuerzos desde La Moneda, lo que indica un interés por parte del gobierno en asegurar su posición dentro de la contienda. Su estrategia ha incluido críticas al “espíritu concertacionista” que, según él, ha permeado la candidatura de Tohá. Winter ha expresado su preocupación de que, si Tohá gana la primaria, su apoyo en la primera vuelta no esté garantizado debido a sus vínculos con figuras que han estado en desacuerdo con la dirección actual del gobierno.
La tensión entre los candidatos del oficialismo es palpable y se intensificará a medida que se acerque la fecha de las primarias. Cada uno de ellos busca no solo ganar la candidatura, sino también definir el rumbo de la coalición de gobierno en un contexto donde la oposición también se está reorganizando. La próxima semana promete ser crucial, con más debates y actividades de campaña que podrían cambiar el rumbo de esta contienda electoral.