La reciente elección de Soraya Martínez Ferrada como alcaldesa de Montreal ha marcado un hito en la política canadiense, convirtiéndola en la primera persona de ascendencia latinoamericana en liderar la ciudad más grande de Quebec. Con una victoria contundente, Martínez Ferrada, representante del partido Ensemble Montréal, obtuvo el 43% de los votos, superando a su oponente oficialista, Luc Rabouin, por ocho puntos porcentuales. Este triunfo no solo refleja un cambio en la dirección política de Montreal, sino también un mensaje claro de la necesidad de renovación en la gestión municipal.
**Un Legado de Resiliencia y Compromiso Social**
Nacida en Santiago de Chile en 1972, Martínez Ferrada llegó a Canadá a la edad de ocho años, junto a su familia que buscaba escapar de la dictadura de Augusto Pinochet. Se establecieron en el barrio de Hochelaga, en el este de Montreal, donde la nueva alcaldesa creció y desarrolló sus primeras conexiones sociales y políticas. En su biografía, ha compartido cómo su infancia estuvo marcada por el exilio y la lucha por la justicia social. Su madre fundó una organización para apoyar a familias con hijos que presentan Trastornos del Espectro Autista, mientras que su padre trabajó como conductor de autobús. Estas experiencias moldearon su compromiso con la comunidad y su deseo de generar un cambio positivo.
Martínez Ferrada ha recordado momentos difíciles de su infancia, como cuando los militares obligaban a los niños a cantar el nuevo himno nacional en su escuela. Estas vivencias la llevaron a desarrollar una profunda empatía hacia aquellos que enfrentan adversidades, lo que ha sido un motor en su carrera política. Su historia personal resuena con muchos votantes que buscan un liderazgo que comprenda sus luchas y aspiraciones.
**Una Carrera Política en Ascenso**
Antes de su ascenso a la alcaldía, Martínez Ferrada tuvo una carrera política notable. Se graduó de la Escuela de Negocios de Montreal y trabajó en diversos proyectos de desarrollo local y cultural, incluyendo el centro de artes circenses TOHU. En 2005, fue elegida concejala del distrito de Saint-Michel, donde se mantuvo durante una década. Su experiencia la llevó a ser jefa de gabinete de Louise Harel, exministra del Partido Quebequense y líder de la oposición en el ayuntamiento de Montreal.
En el ámbito federal, Martínez Ferrada planificó la campaña de Mélanie Joly en 2015 y se convirtió en su asesora principal cuando Joly asumió como ministra del Patrimonio Canadiense. En 2019, hizo historia al ser elegida diputada liberal por la circunscripción de Hochelaga, convirtiéndose en la primera persona en ganar ese distrito para el Partido Liberal en 35 años. Su trayectoria culminó en 2023, cuando fue nombrada ministra de Turismo y responsable de la Agencia de Desarrollo Económico de Canadá para las regiones de Quebec por el exprimer ministro Justin Trudeau.
**Una Visión de Cambio para Montreal**
En febrero de 2024, Martínez Ferrada decidió renunciar a su cargo en el gabinete de Trudeau para liderar el Ensemble Montréal, el principal partido opositor en la ciudad. Durante su campaña electoral, se comprometió a abordar temas cruciales como la vivienda asequible, la movilidad, la seguridad y la gestión urbana. Entre sus primeras promesas se encuentran la realización de una auditoría de la red de ciclovías, un inventario de obras en construcción y un nuevo plan de financiamiento para abordar la situación de las personas sin hogar.
Su lema de campaña, “Escuchar y actuar”, refleja su deseo de conectar con los votantes y responder a sus necesidades de manera pragmática. En su discurso de victoria, enfatizó la importancia del diálogo y la unidad, afirmando: “Tenemos que dialogar, tenemos que unir a la gente. No podemos estar señalando con el dedo”. Esta filosofía de inclusión y colaboración es fundamental para su enfoque como alcaldesa, y promete ser un pilar en su gestión.
Martínez Ferrada ha demostrado ser una líder comprometida con su comunidad, y su historia es un testimonio de la resiliencia y la capacidad de superación. A medida que asume su nuevo rol, muchos observan con interés cómo implementará su agenda de cambio y cómo su liderazgo influirá en el futuro de Montreal. Su elección no solo representa un avance para la comunidad latinoamericana en Canadá, sino también una oportunidad para que la ciudad aborde desafíos críticos con una perspectiva fresca y comprometida.
