El ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha lanzado un contundente llamado a los miembros del gabinete que tienen deudas de contribuciones pendientes con la Tesorería General de la República. En un contexto donde la transparencia y la responsabilidad fiscal son más relevantes que nunca, Marcel enfatizó la necesidad de que los ministros regularicen su situación de manera inmediata. Este anuncio se produce en un momento en que el gobierno busca fortalecer su imagen ante la ciudadanía y asegurar que todos los funcionarios públicos actúen como modelos a seguir en el cumplimiento de sus obligaciones tributarias.
La lista de ministros que deben regularizar sus contribuciones incluye a figuras clave como Jessica López, ministra de Obras Públicas; Luis Cordero, ministro de Seguridad; Nicolás Cataldo, ministro de Educación; Ximena Aguilera, ministra de Salud; Esteban Valenzuela, ministro de Agricultura; y Maisa Rojas, ministra de Medio Ambiente. Además, Aisén Etcheverry, quien recientemente dejó su puesto en el Ministerio de Ciencias para asumir como Jefa de Planificación Estratégica, también se encuentra en esta lista. Marcel subrayó que no hay excusas para el incumplimiento y que cada uno de estos funcionarios tiene la responsabilidad de ser un ejemplo para la ciudadanía.
En una entrevista con Radio Universo, Marcel fue claro al afirmar que no existe un plazo formal para que los ministros se pongan al día con sus contribuciones. «Tienen que hacerlo de inmediato, no cabe un plazo en esta situación», declaró. Esta afirmación resalta la urgencia del asunto y la expectativa de que los miembros del gabinete actúen con prontitud. El ministro también hizo hincapié en que quienes ocupan cargos públicos deben ser ciudadanos ejemplares y cumplir con sus deberes fiscales.
La situación se complica aún más al considerar que el exdirector del Servicio de Impuestos Internos (SII), Javier Etcheberry, también ha estado en el centro de la controversia. Marcel aclaró que la salida de Etcheberry no se debió a un incumplimiento deliberado de sus obligaciones, sino a una falta de actualización en el avalúo de sus propiedades. Sin embargo, el ministro reconoció que la percepción pública es crucial y que, en un momento de tensión política, era preferible que Etcheberry dejara su cargo para preservar la autoridad y legitimidad del SII en la fiscalización de impuestos.
La presión sobre los ministros para que regularicen sus contribuciones no solo se basa en la necesidad de cumplir con la ley, sino también en la importancia de mantener la confianza pública en el gobierno. En un contexto donde la ciudadanía está cada vez más atenta a las acciones de sus líderes, el cumplimiento de las obligaciones fiscales se convierte en un tema de gran relevancia. Marcel ha dejado claro que la responsabilidad fiscal no es solo una cuestión legal, sino también ética, y que todos los funcionarios deben estar dispuestos a rendir cuentas.
Por otro lado, la situación de las contribuciones en el país ha sido un tema recurrente en el debate público. Recientemente, Marcel también anunció una propuesta para postergar el reavalúo de propiedades por un año, lo que podría aliviar la carga fiscal para muchos ciudadanos. Esta medida busca dar un respiro a los propietarios en un momento en que la economía enfrenta desafíos significativos. Sin embargo, la implementación de políticas fiscales efectivas requiere que todos, incluidos los miembros del gabinete, cumplan con sus obligaciones.
La presión sobre el gabinete no se limita a las contribuciones impagas. En el contexto actual, donde la economía está en un estado de incertidumbre, la gestión fiscal se vuelve aún más crítica. La capacidad del gobierno para implementar políticas efectivas y responder a las necesidades de la ciudadanía depende en gran medida de la transparencia y la responsabilidad de sus miembros. En este sentido, el llamado de Marcel a regularizar las contribuciones es un paso hacia la restauración de la confianza pública y la promoción de una cultura de cumplimiento entre los funcionarios del gobierno.
En resumen, la situación de las contribuciones impagas entre los ministros del gabinete es un tema que no solo afecta a los individuos involucrados, sino que también tiene implicaciones más amplias para la percepción pública del gobierno. La urgencia del llamado de Marcel refleja la necesidad de que todos los funcionarios actúen con responsabilidad y transparencia, especialmente en tiempos de crisis económica. La regularización de estas deudas no solo es un deber legal, sino también un imperativo ético que puede contribuir a la restauración de la confianza en las instituciones públicas.
