Laboratorio Chile, una de las empresas farmacéuticas más antiguas y grandes del país, se enfrenta a un panorama complejo en el sector de la salud. Bajo la dirección de Juan Meli, su gerente general, la compañía ha comenzado a implementar una serie de estrategias para adaptarse a un mercado que ha visto un aumento significativo en las importaciones de medicamentos, especialmente desde países como India, China y Corea. Este fenómeno ha generado preocupaciones sobre la competencia desleal y la sostenibilidad de la producción nacional.
**Historia y Contexto de Laboratorio Chile**
Fundada en 1896, Laboratorio Chile ha tenido un recorrido empresarial que refleja las transformaciones del país. Originalmente una empresa privada, pasó a ser estatal en 1930, fue privatizada en 1990 y ha cambiado de manos varias veces, siendo adquirida por el grupo farmacéutico israelí Teva en 2006. A pesar de estos cambios, la compañía ha mantenido su posición como líder en el mercado local, produciendo alrededor de 2.000 millones de cápsulas y comprimidos al año en su planta de Maipú, la más grande del país.
Meli destaca que uno de cada cuatro medicamentos vendidos en Chile es de su marca, lo que representa una contribución significativa al Producto Interno Bruto (PIB) local, estimada en más de 200 millones de dólares. Sin embargo, la reciente tendencia hacia la importación de medicamentos ha planteado desafíos serios para la producción nacional. En 2023, el Instituto de Salud Pública (ISP) realizó 544 fiscalizaciones a laboratorios nacionales, mientras que los laboratorios extranjeros, que importan medicamentos a Chile, solo fueron inspeccionados siete veces. Esta disparidad ha llevado a Meli a criticar la falta de regulación y fiscalización en el sector, argumentando que esto crea una competencia desleal.
**Estrategias para el Futuro**
En respuesta a estos desafíos, Laboratorio Chile ha lanzado una campaña publicitaria que busca concienciar a la población sobre la importancia de elegir productos nacionales. La campaña, titulada «Cuidemos lo nuestro», invita a los consumidores a considerar el impacto de sus decisiones de compra en la economía local y en la creación de empleo. Meli enfatiza que la dependencia de las importaciones puede ser peligrosa, especialmente en un contexto global donde las cadenas de suministro pueden verse afectadas por crisis económicas o sanitarias.
La empresa también está en un proceso de transformación interna que comenzó con la llegada de Meli hace un año. Este proceso incluye la incorporación de nuevos líderes en áreas clave, así como un enfoque en la innovación tecnológica y la mejora de la eficiencia en la producción. A pesar de que el mercado no ha mostrado un crecimiento significativo, Laboratorio Chile ha logrado cumplir con sus objetivos de ventas y ha invertido en tecnología para optimizar sus procesos.
Uno de los proyectos más ambiciosos de la compañía es aumentar la capacidad de producción de su planta en un 30% para finales de 2026. Este plan se enmarca dentro de un contrato con la Central de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de Salud (Cenabast), donde Laboratorio Chile se ha consolidado como el principal proveedor de medicamentos para el sistema público. En 2024, la empresa entregó 17,6 millones de medicamentos a Cenabast, y Meli espera que el crecimiento en este segmento dependa de las futuras licitaciones de la entidad.
Además de fortalecer su relación con el sector público, Laboratorio Chile busca expandir su presencia en el mercado retail, enfocándose en áreas terapéuticas como el sistema nervioso central, cardiometabolismo, diabetes, salud femenina y respiratoria. Esta diversificación es parte de su estrategia para adaptarse a las cambiantes necesidades del mercado y a la competencia creciente.
El panorama para Laboratorio Chile es desafiante, pero la empresa está decidida a competir en igualdad de condiciones. Meli subraya que, aunque están listos para competir, es fundamental que las autoridades aseguren un marco regulatorio que garantice la equidad en el sector. La empresa no solo busca mantener su posición en el mercado, sino también contribuir al desarrollo de la industria farmacéutica nacional, asegurando que la producción local no solo sobreviva, sino que prospere en un entorno cada vez más competitivo.