Las manifestaciones lideradas por jóvenes están sacudiendo países en distintas partes de África, desde el Océano Índico hasta el Sahara. Los miembros de la llamada Generación Z, aquellos menores de 28 años, se están tomando las calles en señal de frustración por años de mal gobierno y desigualdad. Este malestar social, que se ha manifestado en diversas formas, puede considerarse parte de un amplio movimiento que ya ha afectado a varios países asiáticos en los últimos meses. En Nepal, por ejemplo, el gobierno fue derrocado en cuestión de días a principios de septiembre. Otros países como Filipinas, Indonesia, Bangladesh, Sri Lanka y Kenia han experimentado movimientos de protesta similares, reflejando un descontento generalizado entre los jóvenes de la región.
En Marruecos, miles de jóvenes activos en la plataforma de mensajería Discord han protestado desde la semana pasada, movilizados por un movimiento que también dice representar a la Generación Z. Las manifestaciones sorprendieron a la nación norafricana y se convirtieron en unas de las más grandes de Marruecos en años. A mediados de semana, parecían extenderse a nuevas zonas a pesar de la falta de permisos de las autoridades. Las fuerzas de seguridad han hecho guardia frente al edificio del Parlamento marroquí durante estas manifestaciones, que exigen mejores servicios públicos.
Trágicamente, tres personas murieron en protestas antigubernamentales en Marruecos, según informó el Ministerio del Interior. El ministerio indicó que las tres personas fueron asesinadas a tiros durante un intento de confiscar armas a la policía, aunque ningún testigo pudo corroborar esta información. A pesar de la violencia, las reivindicaciones de los manifestantes se inscriben en la línea de anteriores instancias de protesta social en el reino. Según Mehdi Alioua, sociólogo de Sciences Po Rabat-UIR, «vemos los mismos lemas que exigen una vida más digna, una mejor distribución de la riqueza y, sobre todo, sistemas educativos y de salud funcionales».
El despilfarro del gasto público es un tema común que motiva a los manifestantes. En Marruecos, los jóvenes se centran en las enormes sumas gastadas en la renovación de varios estadios de fútbol para la próxima Copa Africana de Naciones y el Mundial de 2030, fondos que podrían haber ido a servicios públicos como la educación y la atención sanitaria.
### Madagascar: Un Llamado a la Acción
En el caso de Madagascar, una isla frente a la costa este de África, menos de una semana de protestas por la escasez de agua y electricidad llevaron al presidente Andry Rajoelina a disolver su gobierno. En un mensaje transmitido por televisión nacional, Rajoelina dijo: «Escuché el llamado, sentí el sufrimiento». Sin embargo, las protestas continúan, y los manifestantes exigen que Rajoelina, quien llegó al poder por primera vez en un golpe de Estado en 2009, también se vaya. La situación se ha vuelto tan tensa que el presidente sugirió que seleccionaría a los candidatos para un nuevo gabinete a través de LinkedIn, una propuesta que fue ampliamente ridiculizada por los jóvenes internautas.
El movimiento de protesta en Madagascar comenzó en redes sociales bajo el lema «Gen Z Madagascar», un grupo informal compuesto principalmente por jóvenes y estudiantes que se autoproclaman «pacíficos y cívicos». Este movimiento es inédito, sobre todo por su carácter profundamente horizontal, espontáneo y descentralizado. A diferencia de movilizaciones anteriores lideradas por partidos políticos o figuras carismáticas, esta surgió de una indignación colectiva orgánica, principalmente en espacios digitales, y se configuró sin un líder único.
La juventud de Madagascar, que representa la abrumadora mayoría de la población del país, ha encontrado en el costoso teleférico de Antananarivo, uno de los proyectos de infraestructura clave del gobierno, una razón más para movilizarse. Este proyecto ha sido considerado completamente inadecuado para las necesidades de la población, que vive en condiciones precarias. Las imágenes de miembros de la familia Rajoelina, que se graduaron en escuelas de hostelería suizas con costos exorbitantes, contrastan fuertemente con la realidad de dos tercios de la población que vive con menos de dos dólares al día.
Fanilo, un estudiante de medicina de 21 años de Antananarivo, ha estado participando en las manifestaciones y ha declarado que la gestión de las protestas por parte del gobierno solo ha fortalecido la determinación de los jóvenes. «Salimos ese día con flores, pancartas y cantando de forma completamente pacífica… para que se escuchara nuestra voz. En el camino sufrimos una severa represión por parte de las fuerzas de seguridad sin ninguna razón válida», comentó a un medio de comunicación.
Los jóvenes de Madagascar también reconocen la influencia de los manifestantes asiáticos a miles de kilómetros de distancia, con quienes comparten muchas preocupaciones, empezando por la lucha contra la desigualdad y la corrupción. La bandera pirata del manga japonés «One Piece» se ha convertido en un símbolo de resistencia para los jóvenes durante las protestas en Indonesia y Nepal, y en Madagascar, los manifestantes han adoptado una versión modificada de la bandera, donde el símbolo de la calavera y las tibias cruzadas luce un tocado tradicional malgache.
Las protestas en África están marcando un cambio significativo en la forma en que la Generación Z se involucra en la política y la sociedad. A medida que estos jóvenes continúan luchando por sus derechos y un futuro mejor, el mundo observa atentamente su evolución y el impacto que tendrán en la política y la gobernanza en sus respectivos países.