En un episodio reciente del popular podcast ‘Mari con Edu’, la animadora chilena María Luisa Godoy compartió una anécdota sorprendente sobre su padre, que ha capturado la atención de muchos. La historia gira en torno a una situación peculiar que vivió con su progenitor, quien a sus 86 años, expresó necesidades que llevaron a Godoy a tomar una decisión inusual: contratar a una trabajadora sexual para él. Esta revelación no solo ha generado risas, sino también un debate sobre la sexualidad en la tercera edad y cómo se aborda en la sociedad actual.
La anécdota comenzó cuando Godoy relató un episodio incómodo en su hogar. Una de las trabajadoras de la casa llegó llorando, explicando que su padre le había hecho una propuesta inapropiada. «Su papá me dijo que me sacara la ropa y me metiera a la cama», recordó María Luisa, quien se sintió abrumada por la situación. Sin embargo, en lugar de reaccionar con enojo, decidió abordar el tema con humor y empatía. «Papá, hay códigos. Yo te entiendo. Si es que no creáis que no soy empática contigo, yo entiendo que tú tengas necesidades biológicas. Yo te puedo pagar», le dijo, generando risas entre los oyentes.
La historia no terminó ahí. Después de un par de semanas, su padre le hizo una insólita petición durante el almuerzo. «Muñeca, ¿y la amiga?», preguntó, refiriéndose a la trabajadora que Godoy había mencionado anteriormente. La animadora, sorprendida, le preguntó a qué amiga se refería, y su padre le explicó que estaba interesado en que la mujer viniera a visitarlo. A pesar de la incomodidad de la situación, María Luisa decidió ayudar a su padre a satisfacer sus deseos.
En ese momento, Godoy se encontraba trabajando en el matinal de Chilevisión junto a Julián Elfenbein y Leo Caprile. Sin saber cómo proceder, decidió pedir ayuda a sus colegas. «El Leo tiene que tener algún dato, pensé. Un buen italiano tiene que tenerlo», comentó. Leo Caprile, siempre dispuesto a ayudar, le proporcionó el contacto de una especialista en el tema, quien se llamaba Antonia. Godoy se puso en contacto con ella y le explicó la situación de su padre, organizando una visita en la que ella no estaría presente.
El desenlace de esta historia fue aún más inesperado. Al día siguiente, María Luisa le preguntó a su padre cómo había ido la visita. Su respuesta fue sorprendente: «Llegué a una conclusión: si no hay amor, no funciona», le comentó su padre. A pesar de la situación, la trabajadora se llevó el cheque que Godoy había dejado para pagar por el servicio. La animadora, entre risas, reflexionó sobre el amor incondicional que siente por su padre, destacando la importancia de la comunicación y la comprensión en la relación entre padres e hijos, incluso en situaciones tan delicadas.
Esta anécdota ha abierto un diálogo sobre la sexualidad en la tercera edad y cómo las familias pueden abordar estos temas con sensibilidad y respeto. La historia de María Luisa Godoy no solo es un testimonio de amor familiar, sino también una invitación a reflexionar sobre la vida sexual de las personas mayores, un tema que a menudo se pasa por alto en la sociedad actual. La sexualidad es una parte natural de la vida humana, y es fundamental que se reconozca y se respete en todas las etapas de la vida.
La reacción del público ha sido variada, con algunos expresando su sorpresa y otros mostrando apoyo a la decisión de Godoy de ayudar a su padre. Este tipo de conversaciones son esenciales para desestigmatizar la sexualidad en la vejez y fomentar un ambiente donde las personas mayores se sientan cómodas expresando sus necesidades y deseos. La historia de María Luisa Godoy es un recordatorio de que el amor y la empatía pueden superar incluso las situaciones más incómodas, y que la comunicación abierta es clave para mantener relaciones saludables y respetuosas entre generaciones.
En un mundo donde la sexualidad a menudo se considera un tabú, especialmente en la tercera edad, la valentía de María Luisa Godoy al compartir su experiencia puede inspirar a otros a abordar estos temas con mayor apertura. La historia no solo es entretenida, sino que también ofrece una perspectiva valiosa sobre la vida, el amor y la comprensión en la familia, mostrando que, sin importar la edad, todos tenemos derecho a vivir nuestras vidas plenamente y con dignidad.