La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de Estados Unidos ha anunciado su intención de implementar nuevas regulaciones que buscan prohibir la conexión de cables submarinos de telecomunicaciones que utilicen tecnología o equipos provenientes de China. Esta decisión, que se espera sea votada el próximo mes, responde a las crecientes preocupaciones sobre la seguridad nacional y el potencial de espionaje asociado con la infraestructura de telecomunicaciones del gigante asiático.
La FCC, liderada por su presidente Brendan Carr, ha expresado que la infraestructura de cables submarinos ha sido amenazada por adversarios extranjeros, siendo China uno de los principales focos de preocupación. Carr subrayó la importancia de proteger estos cables, que son esenciales para el 99% del tráfico internacional de Internet, de posibles amenazas cibernéticas y físicas. En este contexto, la FCC ha comenzado a evaluar la prohibición del uso de equipos y servicios de varias empresas chinas, incluyendo Huawei, ZTE, China Telecom y China Mobile, las cuales han sido catalogadas como potenciales amenazas para la seguridad nacional.
### La Amenaza de Espionaje y Sabotaje
Las inquietudes sobre la seguridad de los cables submarinos se intensificaron tras incidentes recientes, como el corte de dos cables de fibra óptica en el Mar Báltico, que se sospecha fue un acto de sabotaje. Este tipo de eventos ha llevado a las autoridades estadounidenses a investigar más a fondo las implicaciones de permitir que empresas chinas operen en este sector crítico. La FCC ha indicado que la nueva normativa no solo se centrará en la prohibición de equipos, sino que también buscará establecer medidas adicionales para proteger la seguridad de los cables submarinos.
La preocupación por el espionaje chino no es nueva. Desde hace años, Estados Unidos ha manifestado su desconfianza hacia las empresas tecnológicas chinas, argumentando que podrían estar colaborando con el gobierno chino en actividades de espionaje. Huawei, en particular, ha sido objeto de críticas y acusaciones, aunque la compañía ha negado consistentemente cualquier implicación en actividades ilegales. La FCC, en su esfuerzo por fortalecer la seguridad de la infraestructura digital del país, ha decidido que los nuevos cables que lleguen a Estados Unidos deben ser menos vulnerables a estas amenazas.
### Implicaciones para el Futuro de la Infraestructura Digital
La FCC también está considerando una propuesta que podría afectar a todos los equipos y tecnología provenientes de China, lo que tendría un impacto significativo en la forma en que se construyen y operan los cables submarinos en el futuro. Esta medida se alinea con la creciente necesidad de Estados Unidos de asegurar su infraestructura digital en un mundo donde la ciberseguridad se ha convertido en una prioridad nacional. Carr ha enfatizado que la seguridad económica es, en última instancia, una cuestión de seguridad nacional, un argumento que ha sido respaldado por el gobierno estadounidense en múltiples ocasiones.
La votación programada para el 7 de agosto podría marcar un cambio significativo en la política de telecomunicaciones de EE.UU., especialmente en lo que respecta a la relación con China. Si se aprueba la normativa, las empresas que utilicen tecnología china restringida no podrán obtener licencias de la FCC para construir y operar cables que conecten con Estados Unidos. Esto también incluiría la prohibición de arrendar capacidad en cables operados por otras compañías que utilicen tecnología china.
La FCC ha argumentado que limitar el acceso de adversarios extranjeros a la infraestructura de cables submarinos es una medida lógica y necesaria para proteger la seguridad de los datos y la integridad de las comunicaciones. En un mundo cada vez más interconectado, donde la dependencia de la tecnología y la infraestructura digital es mayor que nunca, estas decisiones podrían tener repercusiones a largo plazo en la forma en que se gestionan las telecomunicaciones a nivel global.
En resumen, la intención de la FCC de prohibir la tecnología china en los cables submarinos refleja un cambio en la política de seguridad nacional de EE.UU. y un esfuerzo por proteger su infraestructura crítica de posibles amenazas. A medida que la votación se acerca, el mundo estará atento a cómo esta decisión podría influir en las relaciones internacionales y en el futuro de la tecnología de telecomunicaciones.