La reciente llegada de Ahmed al-Sharaa a la presidencia de Siria ha traído consigo una serie de cambios significativos en la estructura económica del país, especialmente en el contexto de la posguerra. Un aspecto crucial de esta transformación es el papel de su hermano, Hazem al-Sharaa, quien ha emergido como una figura central en la reestructuración económica. A través de un comité que opera de manera encubierta, Hazem ha comenzado a tomar el control de empresas que anteriormente estaban bajo la influencia del derrocado presidente Bashar al-Assad. Esta situación ha generado un gran revuelo en Siria, ya que se especula sobre las verdaderas intenciones detrás de estas reformas.
La investigación sobre esta red financiera ha revelado que Hazem al-Sharaa, junto con Abraham Succarieh, un empresario australiano bajo sanciones internacionales, está liderando una iniciativa que busca apoderarse de sectores clave de la economía siria. A pesar de que el gobierno no ha reconocido oficialmente la existencia de este comité, su influencia sobre los negocios y las inversiones en el país es innegable. La estrategia parece estar diseñada para canalizar la riqueza de la oligarquía de Assad hacia un círculo más cercano a los nuevos líderes, lo que plantea serias dudas sobre la transparencia y la legitimidad de estas acciones.
### La Trayectoria de Hazem al-Sharaa
Hazem al-Sharaa es una figura relativamente desconocida en la política siria, pero su trayectoria es notable. Nacido en 1975, es el segundo hijo de Hussein al-Sharaa, un experto en economía. Hazem estudió derecho en la Universidad de Damasco y comenzó su carrera en el sistema judicial, donde trabajó en varios tribunales. Su experiencia lo llevó a ocupar el cargo de viceministro de Justicia y luego a dirigir la Autoridad General del Zakat. A pesar de su falta de un cargo oficial en el gobierno actual, su influencia es evidente, especialmente tras su reciente visita a Arabia Saudita, donde se reunió con el príncipe heredero Mohammed bin Salman.
La investigación también sugiere que Hazem podría estar a cargo de la Autoridad de Inversiones de Siria y del fondo soberano de riqueza nacional, aunque esto no ha sido confirmado oficialmente. Este fondo, anunciado por su hermano Ahmed, tiene como objetivo atraer inversiones extranjeras y revitalizar la economía siria, que ha sido devastada por años de conflicto. Sin embargo, la concentración del poder económico en manos de figuras con antecedentes cuestionables podría obstaculizar estos esfuerzos, según diplomáticos occidentales.
### La Red de Influencias y el Futuro de Siria
La situación se complica aún más con la revelación de que Hazem al-Sharaa y su equipo están negociando con individuos que han sido acusados de corrupción y de haber acumulado riquezas ilícitas durante la era de Assad. Esto incluye a magnates como Mohammed Hamsho y Samer Foz, quienes han cedido grandes porciones de sus activos a cambio de inmunidad legal. Estas transacciones han generado un clima de desconfianza entre los inversores extranjeros, quienes podrían ver a Siria como un riesgo debido a la falta de transparencia y la presencia de figuras con antecedentes criminales.
Además, la investigación ha sacado a la luz la creación de un banco privado por parte de Hay’at Tahrir al-Sham (HTS), que ha sido vinculado a actividades terroristas. Este banco, junto con otras empresas que han surgido en el contexto de la reestructuración económica, plantea serias preocupaciones sobre la dirección que tomará Siria bajo el liderazgo de Ahmed y Hazem al-Sharaa. La conexión de estos líderes con grupos extremistas y su enfoque en la acumulación de poder y riqueza personal podrían desviar la atención de las verdaderas necesidades del pueblo sirio, que busca estabilidad y reconstrucción tras años de guerra.
La situación en Siria es compleja y está en constante evolución. A medida que Ahmed al-Sharaa intenta establecer su gobierno y atraer inversiones, el papel de su hermano Hazem y su red de influencias será crucial para determinar el futuro económico del país. La comunidad internacional observa con atención, esperando que las reformas prometidas no se conviertan en una mera fachada para perpetuar un sistema de corrupción y control.
En resumen, la reestructuración económica de Siria bajo el liderazgo de Ahmed al-Sharaa y la influencia de Hazem al-Sharaa plantea tanto oportunidades como desafíos. La forma en que se manejen estas dinámicas en el futuro será determinante para el desarrollo del país y su reintegración en la comunidad internacional.