En el contexto político actual de Chile, el Instituto Libertad y Desarrollo (LyD) ha adoptado una postura de neutralidad en la contienda presidencial entre los candidatos de la derecha, José Antonio Kast y Evelyn Matthei. Esta decisión ha generado tanto apoyo como críticas, y plantea interrogantes sobre el futuro del think tank en un escenario electoral cada vez más polarizado.
La neutralidad de LyD se ha manifestado en su decisión de no alinearse institucionalmente con ninguno de los candidatos, a pesar de que muchos de sus miembros están involucrados en las campañas de ambos. Bettina Horst, directora ejecutiva de LyD, ha defendido esta postura, argumentando que el trabajo programático es crucial y que la organización espera a que se defina una única candidatura antes de comprometerse. Esta estrategia busca mantener la independencia del think tank y su capacidad de influir en las políticas públicas, independientemente de quién gane las elecciones.
### La Influencia de LyD en el Contexto Electoral
Desde su fundación en 1990, LyD ha sido un actor clave en la política chilena, especialmente en el ámbito de la centroderecha. Sin embargo, su decisión de permanecer al margen en la actual contienda ha suscitado preocupaciones sobre su relevancia y capacidad de influencia. A medida que se acercan las elecciones, la presión sobre LyD para que se posicione aumenta, especialmente por parte de los partidos que buscan su apoyo.
El hecho de que LyD no se haya sumado a la campaña de Matthei, a pesar de que otros think tanks como Horizontal y la Fundación Jaime Guzmán sí lo han hecho, ha llevado a especulaciones sobre su futuro. Algunos analistas sugieren que esta neutralidad podría costarle a LyD en términos de influencia y relevancia, ya que otros centros de estudio están ganando terreno y visibilidad en el debate político.
Por otro lado, la decisión de mantener una postura neutral también puede ser vista como una estrategia a largo plazo. Al no alinearse con un candidato específico, LyD podría posicionarse como un mediador entre las dos facciones de la derecha, lo que podría ser beneficioso en un eventual balotaje. Horst ha señalado que, a pesar de las diferencias entre Kast y Matthei, los programas de ambos candidatos son bastante coincidentes con las propuestas de LyD, lo que podría facilitar un papel de enlace en el futuro.
### Desafíos y Oportunidades para Libertad y Desarrollo
La neutralidad de LyD no está exenta de desafíos. La organización ha enfrentado críticas por su falta de acción y por el riesgo de perder relevancia en un entorno político que se vuelve cada vez más competitivo. La aparición de nuevos actores políticos y think tanks ha fragmentado el panorama de la centroderecha, lo que podría poner en peligro la influencia histórica de LyD.
Además, la relación entre LyD y los candidatos ha sido tensa en ocasiones. La oposición de LyD a la reforma previsional, que fue apoyada por RN y la UDI, ha generado fricciones con sectores más conservadores. Esta situación ha llevado a algunos a cuestionar la capacidad de LyD para influir en las decisiones políticas de la derecha, especialmente en un contexto donde las diferencias ideológicas se han acentuado.
Sin embargo, la neutralidad también presenta oportunidades. Al posicionarse como un think tank que no se alinea con un candidato específico, LyD puede atraer a un espectro más amplio de votantes y miembros de la centroderecha que buscan un espacio para discutir ideas sin la presión de una afiliación política. Esto podría revitalizar su imagen y fortalecer su papel como un actor clave en la formulación de políticas públicas.
En resumen, la decisión de Libertad y Desarrollo de adoptar una postura neutral en la contienda presidencial entre Kast y Matthei refleja una estrategia calculada que busca preservar su independencia y relevancia en un entorno político cambiante. A medida que se acercan las elecciones, será crucial observar cómo esta estrategia impacta su influencia y su capacidad para jugar un papel significativo en la política chilena.