La historia de Guillermo Oyarzún, un conserje agredido brutalmente en Vitacura, ha captado la atención de la opinión pública en Chile. Su esposa, María Vidal, ha expresado su indignación ante la falta de acción por parte de las autoridades y la situación del agresor, Martín de los Santos, quien, a pesar de haber sido formalizado y haber recibido prisión preventiva, parece haber eludido la justicia al estar fuera del país. Esta situación ha generado un debate sobre la eficacia del sistema judicial y la protección de las víctimas de violencia.
La agresión a Oyarzún ocurrió en la madrugada del 17 de mayo, cuando fue atacado por de los Santos, quien inicialmente fue formalizado con medidas cautelares que incluían firma mensual. Sin embargo, la situación cambió drásticamente cuando se supo que la víctima había perdido la visión de un ojo y el sentido del olfato, lo que llevó a la familia a solicitar una revisión de las medidas cautelares. María ha manifestado que desde el principio sospechaban que el agresor había salido del país, lo que ha aumentado su frustración y dolor ante la falta de justicia.
### La Indignación de la Esposa del Conserje
María Vidal ha compartido su angustia y la transformación que ha sufrido su vida desde el ataque a su esposo. La mujer ha declarado que su marido ha quedado con secuelas físicas y psicológicas significativas. La situación ha llevado a la familia a realizar modificaciones en su hogar para garantizar la seguridad de Oyarzún, quien ahora necesita cuidados especiales debido a su condición. María ha expresado que su esposo, conocido por ser un hombre trabajador y respetado en su comunidad, no merecía lo que le sucedió.
La esposa del conserje también ha denunciado la actitud del agresor, quien, según ella, ha intentado calumniar a su familia. En un momento de gran carga emocional, María reveló que su esposo lloró al ver a de los Santos en la audiencia, sintiéndose impotente ante la situación. Esta experiencia ha sido devastadora para la familia, que solo busca justicia y reconocimiento de la gravedad de la agresión sufrida.
### La Propuesta de un Acuerdo Extrajudicial
En un giro inesperado, Martín de los Santos ofreció a la familia de Oyarzún una parcela, lo que María interpretó como un intento de llegar a un acuerdo extrajudicial para evitar las consecuencias legales de su agresión. La esposa del conserje rechazó esta oferta, afirmando que no buscan compensaciones materiales, sino justicia. «¿Para qué queremos una parcela? Nosotros no queremos nada de él, lo único que queremos es justicia para mi marido», declaró María, enfatizando que su dignidad no tiene precio.
La situación ha puesto de relieve la lucha de muchas familias que enfrentan la violencia y la impunidad. María ha dejado claro que su familia no se dejará pisotear y que están dispuestos a luchar por lo que es justo. Su mensaje directo a de los Santos fue contundente: «Si él fue tan hombre de pegarle a mi marido, que sea tan hombre y que me diga por qué le pegó». Esta declaración refleja la frustración y el deseo de respuestas que siente la familia.
La historia de Guillermo Oyarzún y su esposa María es un recordatorio de las luchas que enfrentan muchas víctimas de violencia en la sociedad. La falta de acción efectiva por parte de las autoridades y la posibilidad de que los agresores eludan la justicia son temas que deben ser abordados con urgencia. La familia Oyarzún no solo busca justicia para su caso, sino que también aboga por un cambio en el sistema que proteja a las víctimas y garantice que los agresores enfrenten las consecuencias de sus actos.
La situación de Oyarzún es un llamado a la reflexión sobre cómo se manejan los casos de violencia en el país y la necesidad de un sistema judicial que funcione de manera efectiva para proteger a las víctimas y sancionar a los culpables. La lucha de María y su familia es un ejemplo de resiliencia y determinación en la búsqueda de justicia, un camino que muchas familias deben recorrer en silencio, pero que merece ser escuchado y apoyado por la sociedad en su conjunto.