El 19 de octubre de 2023, un trágico suceso marcó la vida de la familia Arancibia en Antofagasta. Mario Arancibia, un trabajador de 36 años, fue asesinado mientras esperaba el transporte público para dirigirse a su trabajo en la empresa Komatsu, donde se desempeñaba como mecánico. Este crimen, que ocurrió en el sector norte de la ciudad, ha dejado una profunda huella en su familia y en la comunidad, que ahora clama por justicia.
### El crimen y sus repercusiones
Mario fue atacado por un joven de 18 años, quien lo apuñaló en un intento de robo. La violencia del ataque fue tal que Mario no tuvo oportunidad de sobrevivir. La familia, devastada por la pérdida, ha estado luchando desde entonces para que el caso no caiga en el olvido. A medida que se acerca la fecha del juicio, programado para el 30 de junio, la angustia y la incertidumbre crecen. La familia teme que el imputado, quien actualmente se encuentra en prisión preventiva, pueda recibir beneficios procesales que le permitan salir antes de cumplir una condena efectiva.
Kinberly Arancibia, hermana de Mario, ha sido una de las voces más activas en esta lucha. Ella ha compartido su preocupación sobre la posibilidad de que el acusado, que es de nacionalidad colombiana y se encuentra en situación migratoria irregular, pueda ser expulsado del país sin enfrentar las consecuencias de su crimen. «Mi mamá ha estado al frente de todo este proceso, buscando que esto no quede impune», comenta Kinberly, quien junto a su familia enfrenta el dolor de la pérdida mientras espera que la justicia actúe con firmeza.
La comunidad de Antofagasta también ha mostrado su apoyo a la familia Arancibia. La historia de Mario ha resonado en las redes sociales y en diversas plataformas, donde se han organizado campañas para exigir una condena ejemplar para el responsable de su muerte. La familia ha utilizado estas plataformas para visibilizar su caso, buscando que la sociedad no olvide la tragedia que han vivido.
### La vida de Mario Arancibia
Mario no solo era un trabajador dedicado; también era un padre amoroso y un apasionado del baile. Participaba activamente en la agrupación de Caporales San Simón de Antofagasta, donde era conocido por su esfuerzo y dedicación. La pérdida de un ser querido es siempre dolorosa, pero en el caso de Mario, su familia ha destacado la importancia de recordar su legado y su amor por la vida.
La familia Arancibia ha compartido anécdotas sobre Mario, resaltando su carácter amable y su cercanía con los suyos. Era padre de dos hijos, una adolescente de 16 años y un niño de 10, quienes ahora enfrentan la vida sin la figura paterna que los guiaba. La ausencia de Mario se siente profundamente en cada rincón de su hogar, y su familia se aferra a los recuerdos y a la esperanza de que se haga justicia.
La situación de Mario Arancibia es un reflejo de un problema más amplio que enfrenta la sociedad chilena: la violencia y la inseguridad. La familia no solo busca justicia para Mario, sino que también desea que su caso sirva como un llamado de atención sobre la necesidad de abordar estos temas de manera efectiva. La violencia no solo afecta a las víctimas directas, sino que también deja cicatrices profundas en sus seres queridos y en la comunidad en general.
A medida que se acerca la fecha del juicio, la familia Arancibia continúa su lucha. Han organizado marchas y han participado en foros comunitarios para hablar sobre la violencia y la necesidad de un sistema judicial que proteja a las víctimas. La historia de Mario ha tocado los corazones de muchos, y su familia espera que su legado inspire cambios positivos en la sociedad.
La lucha por justicia es un camino difícil y lleno de obstáculos, pero la familia Arancibia se mantiene firme en su propósito. Con cada día que pasa, su determinación crece, y su mensaje es claro: no permitirán que la memoria de Mario se apague ni que su caso sea olvidado. La justicia debe prevalecer, y la comunidad de Antofagasta está con ellos en esta noble causa.