La madre de Tomás Bravo, Estefanía Gutiérrez, ha expresado su indignación y frustración hacia el Ministerio Público tras la reciente revelación de que su madre, Elisa Martínez, ha sido imputada en una nueva línea de investigación relacionada con la muerte de su hijo en febrero de 2021. Este caso ha capturado la atención del público y ha generado un debate sobre la efectividad y la ética de las investigaciones criminales en Chile.
### La Nueva Arista del Caso
La situación se ha complicado aún más con la inclusión de Elisa Martínez como imputada, junto a Jorge Escobar Escobar, el principal sospechoso, y Jorge Escobar Hermosilla, primo de Tomás. La Corte de Apelaciones de Concepción ha confirmado que tanto el primo como la abuela del niño estaban siendo objeto de medidas intrusivas, como interceptaciones telefónicas, sin su consentimiento. Esto ha llevado a la Defensoría Penal Pública a argumentar que ambos deben ser considerados imputados, lo que les permitiría tener representación legal en el proceso.
Estefanía Gutiérrez ha utilizado su cuenta de Instagram para expresar su malestar, afirmando que la Fiscalía está jugando con el dolor de su familia. «No les importa nada, juegan con nuestro dolor, con la memoria de mi hijo», declaró, enfatizando que su madre no tiene ninguna culpa en este asunto. La madre de Tomás ha manifestado que su madre solo estaba cuidándola durante los días difíciles de la desaparición de su hijo, y que no merece ser tratada como culpable.
La indignación de Estefanía se extiende a la gestión de los fiscales que han estado a cargo del caso. Critica a Marcela Cartagena y José Ortiz, quienes han sido removidos, y cuestiona la dirección actual de la investigación bajo la fiscal regional de Los Ríos, Tatiana Esquivel. «No me espero nada de la Fiscalía y aun así logran superarse cada vez más», ha afirmado, reflejando su desconfianza en el sistema judicial.
### La Búsqueda de Justicia
La lucha de Estefanía no solo se centra en la defensa de su madre, sino también en la búsqueda de justicia para su hijo. Ella ha compartido su dolor y su sentimiento de culpa por haber dejado salir a Tomás el día de su desaparición. Reconoce que, si su madre hubiera estado a cargo, probablemente no habría permitido que el niño saliera. Esta carga emocional ha sido un peso constante para ella, y su deseo de proteger a su familia la ha llevado a enfrentarse a las autoridades.
Estefanía ha revelado que ha enviado numerosos audios a los investigadores, expresando su frustración y descontento con la forma en que se está manejando el caso. En uno de estos audios, se dirigió al jefe de Labocar, José Arriagada, llamándolo inepto y advirtiéndole que si ella tenía que encontrar a los culpables antes que él, eso lo dejaría en una posición comprometida. Esta confrontación ha llevado a una escalada en la tensión entre Estefanía y los investigadores, quienes, según ella, han intentado culpar a su familia.
La madre de Tomás ha dejado claro que su prioridad es proteger a su madre y asegurarse de que no sufra por algo que no merece. «No voy a aguantar este tipo de faltas de respeto. Por mi hijo y por mi madre, que fue otra madre para mi hijo, voy a defenderla con todo», ha declarado con firmeza. Esta determinación resuena con muchos que han seguido el caso y que han mostrado su apoyo a Estefanía en su lucha por la verdad y la justicia.
El caso de Tomás Bravo ha sido un recordatorio doloroso de los desafíos que enfrentan las familias en situaciones de tragedia y la importancia de un sistema judicial que actúe con integridad y respeto. La situación actual ha puesto de relieve la necesidad de una revisión crítica de cómo se llevan a cabo las investigaciones y cómo se trata a las familias de las víctimas en el proceso. La voz de Estefanía Gutiérrez es un llamado a la acción y a la reflexión sobre el papel de la justicia en la sociedad chilena.