La reciente presentación del segundo informe de Finanzas Públicas por parte de Javiera Martínez, directora de Presupuestos, junto al ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha generado un intenso debate sobre la situación fiscal del país. A pesar de un incendio que afectó sus oficinas, Martínez mantuvo su agenda y defendió la gestión fiscal del gobierno de Gabriel Boric, argumentando que la situación actual es mejor que la que se heredó. En esta entrevista, Martínez expone cifras y argumentos que buscan desmentir las críticas que ha recibido por no cumplir con las metas fiscales establecidas.
**Responsabilidad Fiscal y Cifras Clave**
Martínez comienza su defensa afirmando que la deuda pública está creciendo a un ritmo mucho más lento que en las administraciones anteriores. Según sus datos, el crecimiento de la deuda pública se ha reducido a la mitad en comparación con los dos gobiernos previos. Además, destaca que el crecimiento del gasto promedio anual entre 2002 y 2021 fue del 7,5%, mientras que su administración ha logrado un ajuste del gasto del -3% en 2022, y un crecimiento promedio del 2% si se excluye ese año.
La directora de Presupuestos también menciona que el desvío de la meta fiscal, fijada en -1,6% del PIB, en comparación con la proyección actual de -1,8%, es marginal, representando solo un 0,155%. Esta afirmación busca poner en perspectiva las críticas que ha recibido, señalando que la situación fiscal está más en línea con las proyecciones que se hicieron en marzo de 2022.
Martínez, quien es ingeniera industrial y tiene un magíster en Economía Política, ha estado involucrada en la administración de Boric desde el inicio de su candidatura. En su papel, ha liderado temas tributarios y fiscales, lo que le ha permitido tener una visión integral de la situación. A pesar de las dificultades, ella considera que ha logrado un buen balance en su gestión, especialmente en un contexto donde el gobierno es minoría en el Congreso.
**Desafíos y Proyecciones Futuras**
A pesar de los logros que Martínez destaca, la administración ha enfrentado críticas por no cumplir con las metas fiscales. En 2022, el desvío fue significativo, cerrando el año con un -3,3%. Para el año actual, se anticipa que tampoco se logrará la meta de -1,6% del PIB, proyectándose un -1,8%. Martínez atribuye estos desvíos a una combinación de factores, incluyendo menores ingresos y un tipo de cambio que ha afectado la recaudación fiscal.
Uno de los elementos que ha influido en la situación fiscal es el presupuesto del año 2022, que fue elaborado por el gobierno anterior. Martínez explica que, aunque el presupuesto no contemplaba todos los recursos necesarios, su administración logró un superávit fiscal del 0,5%, lo que considera un logro significativo. Sin embargo, reconoce que la situación fiscal sigue siendo desafiante, especialmente tras los efectos de la pandemia, que dejaron al país con pocas holguras fiscales.
La directora de Presupuestos también menciona que la institucionalidad fiscal ha mejorado, lo que ha llevado a una mayor rendición de cuentas. Esto se refleja en el hecho de que, a pesar de que la meta fiscal se ha desviado en varias ocasiones en los últimos 20 años, la actual administración ha sido más transparente en sus incumplimientos. Para cumplir con las metas fiscales en el futuro, Martínez enfatiza la necesidad de avanzar en acciones correctivas y en la colaboración con el Congreso.
En cuanto a la proyección de mediano plazo, Martínez señala que el próximo gobierno recibirá una situación fiscal más estable que la que se encontró en 2022. Sin embargo, advierte que los desafíos continuarán, y que será crucial mantener la lógica de financiar gastos permanentes con ingresos permanentes. La administración actual ha trabajado en establecer bases sólidas para la gestión fiscal, y se espera que el próximo gobierno continúe con estos esfuerzos.
La situación fiscal, según Martínez, está más enrielada que en marzo de 2022, pero aún queda mucho por hacer para garantizar la sostenibilidad fiscal a largo plazo. La clave estará en la capacidad de la próxima administración para mantener el enfoque en la eficiencia fiscal y en la gestión estratégica del gasto, asegurando que los logros alcanzados no se pierdan en el camino.