En un mundo donde la política y la justicia parecen entrelazarse cada vez más, la visita de Vincenzo Mongillo, profesor de Derecho Penal en la Universidad de Roma UnitelmaSapienza, a Chile ha suscitado un debate profundo sobre la influencia política en el sistema judicial. Mongillo, quien es también vicepresidente de la Asociación Italiana de Profesores de Derecho Penal, ha sido invitado por la Universidad Diego Portales para impartir la cátedra UDP de Derecho Penal Francisco Muñoz Conde. Su trabajo de investigación, titulado «¿Populismo penal o ejercicio democrático? La relación conflictiva entre el derecho penal y el uso político del poder punitivo», se presenta como un análisis crítico de la situación actual en diversas democracias, incluyendo la chilena.
### La Influencia de la Política en el Sistema Judicial
Mongillo destaca que la relación entre política y justicia es intrínsecamente delicada. En Italia, donde ha observado tensiones durante más de tres décadas, la política a menudo intenta influir en las decisiones judiciales. Esto se manifiesta en la selección de miembros del Consejo Superior de la Magistratura, que tiene el poder de decidir sobre traslados y promociones de jueces. Esta influencia puede ser sutil, pero tiene un impacto significativo en la independencia judicial. La preocupación de Mongillo es que este equilibrio frágil puede llevar a la subordinación de la justicia a la política o, por el contrario, a un «gobierno de los jueces», donde la magistratura asume un rol político que no le corresponde.
En el contexto chileno, Mongillo observa dinámicas similares. Casos mediáticos recientes han generado una presión considerable sobre los magistrados, lo que ha resultado en un debate público polarizado. Este fenómeno no es exclusivo de Italia o Chile; es un desafío común en muchas democracias contemporáneas. La clave, según Mongillo, es preservar la independencia judicial mientras se evita que el sistema judicial se convierta en un actor político paralelo.
### El Auge del Populismo Penal
Uno de los temas centrales que Mongillo aborda es el populismo penal, un fenómeno que ha ido en aumento en diversas partes del mundo. Este concepto se refiere a la tendencia de los gobiernos a responder a problemas sociales mediante la creación de nuevas figuras delictivas o el endurecimiento de las penas. Según Mongillo, esta estrategia busca enviar señales inmediatas a la opinión pública, pero no aborda los problemas subyacentes. En lugar de resolver las cuestiones sociales, el populismo penal actúa como un «ansiolítico social», ofreciendo una solución superficial a miedos e incertidumbres crecientes en la sociedad.
La influencia de los medios de comunicación también juega un papel crucial en este contexto. Mongillo critica la espectacularización de la justicia penal, donde los procesos judiciales son tratados como un espectáculo mediático. Esta tendencia no solo erosiona la calidad de la justicia, sino que también deteriora la democracia misma. La utilización de emociones y miedos para legitimar políticas penales más simbólicas que efectivas puede llevar a una frustración generalizada entre los ciudadanos, debilitando su confianza en las instituciones.
Mongillo recuerda las palabras del Papa Francisco, quien advirtió sobre los peligros de la instrumentalización de la justicia. Sin jueces libres y sin justicia social, la democracia no puede sostenerse. Este mensaje resuena con fuerza en un momento en que el lawfare, o el uso del derecho penal como herramienta política, se ha vuelto un tema candente, especialmente en América Latina. Mongillo enfatiza que no todo juicio a un político debe ser considerado lawfare; es fundamental distinguir entre la legítima lucha contra la corrupción y la persecución judicial motivada políticamente.
### Reflexiones sobre el Futuro
A medida que Chile se prepara para elecciones presidenciales, Mongillo ofrece consejos a los candidatos sobre cómo abordar la influencia política en las decisiones judiciales y el fenómeno del lawfare. Aunque no está completamente familiarizado con la realidad chilena, sugiere que es crucial no instrumentalizar el derecho penal con fines electorales. Esto incluye evitar la creación de nuevos delitos o el endurecimiento simbólico de las penas como estrategia de campaña.
El respeto por la independencia del Poder Judicial y la garantía de reglas claras para las investigaciones son esenciales para mantener la confianza ciudadana en la justicia. Mongillo advierte que si los ciudadanos pierden la fe en un poder del Estado, es probable que también pierdan la confianza en los demás poderes, lo que puede llevar a una erosión del Estado de derecho.
Finalmente, Mongillo reflexiona sobre el fenómeno de líderes como Donald Trump, quien ha utilizado la justicia para consolidar su poder. La tentación de transformar la justicia en un instrumento personal puede causar daños irreparables a las instituciones democráticas. La relación entre el poder político y el sistema judicial es un tema que merece atención y análisis crítico, especialmente en un mundo donde las tensiones entre estos dos ámbitos son cada vez más evidentes.