La reciente postulación de Michelle Bachelet a la Secretaría General de la ONU ha generado un amplio debate en el ámbito político chileno e internacional. Ignacio Walker, ex canciller de Chile, ha expresado su opinión sobre la importancia de esta candidatura y los desafíos que enfrenta en un contexto global marcado por la polarización y el ascenso de movimientos populistas. Walker subraya que la unidad nacional es un requisito esencial para el éxito de esta postulación, recordando la experiencia de la campaña de José Miguel Insulza a la OEA en 2005, donde la colaboración entre diferentes sectores políticos fue clave.
### La Importancia de la Unidad Nacional
Walker destaca que, a pesar de los méritos y la trayectoria de Bachelet, la falta de una preparación adecuada y la posible improvisación en la campaña podrían debilitar su candidatura. En su opinión, una campaña exitosa requiere de un año de trabajo y conversaciones tanto dentro como fuera de Chile. La experiencia pasada con Insulza demuestra que la planificación y la colaboración son fundamentales para obtener el apoyo necesario en el ámbito internacional.
Sin embargo, el ex canciller también señala que, a pesar de los desafíos, la candidatura de Bachelet puede ser vista como una oportunidad para proyectar la imagen de Chile en el mundo. La expresidenta cuenta con el reconocimiento internacional y puede representar los valores y principios que el gobierno de Gabriel Boric busca promover en su política exterior. Walker menciona que, incluso si la candidatura no prospera, el simple hecho de que Bachelet esté en la contienda puede fortalecer la base política del gobierno al enarbolar banderas identitarias que resuenen con su electorado.
### Desafíos Internacionales y el Veto de EE.UU.
Uno de los principales obstáculos que enfrenta la candidatura de Bachelet es el posible veto de Estados Unidos, un país que ha mostrado una clara inclinación hacia el conservadurismo bajo la administración de Donald Trump. Walker advierte que las críticas del presidente Boric hacia Trump podrían complicar aún más la situación. En este sentido, sugiere que es crucial adoptar un enfoque pragmático y evitar provocaciones innecesarias.
El ex canciller también plantea que la candidatura de Bachelet podría servir como un contrapunto a las políticas de Trump y el populismo de derecha que ha ganado terreno en varios países. En un contexto donde el multilateralismo y el respeto por el derecho internacional están en juego, la figura de Bachelet podría representar una voz de oposición a las tendencias autoritarias y negacionistas que caracterizan a la administración estadounidense actual.
Walker menciona que, aunque la candidatura de Bachelet podría ser considerada testimonial, su impacto en la política internacional no debe subestimarse. La expresidenta tiene la capacidad de articular una visión que defienda principios fundamentales como el cambio climático, la paz y la seguridad, y el comercio liberalizado, que son diametralmente opuestos a las políticas de Trump. En este sentido, su presencia en el escenario internacional podría contribuir a la creación de un espacio para el diálogo y la cooperación entre naciones que comparten valores democráticos.
En un mundo cada vez más polarizado, la candidatura de Bachelet no solo representa una oportunidad para Chile, sino también un desafío para la comunidad internacional. La capacidad de Bachelet para conectar con líderes mundiales y promover un discurso que defienda la gobernanza global y el multilateralismo será crucial en los próximos meses. Walker concluye que, aunque el camino hacia la Secretaría General de la ONU es complicado, la experiencia y el prestigio de Bachelet pueden jugar un papel importante en la lucha por un orden mundial más justo y equitativo.