La desaparición de María Ercira Contreras, una adulta mayor que se esfumó el 12 de mayo de 2024 en el Fundo Las Tórtolas, ha suscitado una ola de indignación y preocupación en la comunidad. La reciente revelación de que no existen videos del día de su desaparición ha llevado a su familia a considerar acciones legales por obstrucción a la investigación. Este caso ha puesto de manifiesto no solo la angustia de una familia en busca de respuestas, sino también las deficiencias en el manejo de la investigación por parte de las autoridades.
La familia de María Ercira ha estado en el centro de la atención mediática desde el inicio de la investigación. Carla Hernández, nieta de la desaparecida y vocera de la familia, ha expresado su frustración ante la falta de avances significativos en el caso. Según Hernández, la eliminación de los videos de las cámaras de vigilancia del restaurante cercano al lugar de la desaparición es un hecho alarmante que podría haber comprometido la investigación desde sus inicios. «Estamos indignados. Nos parece que la investigación está arruinada desde un comienzo por un sesgo investigativo», declaró Hernández en una reciente entrevista.
La importancia de las grabaciones de las cámaras de seguridad no puede subestimarse. Estas imágenes podrían haber proporcionado pistas cruciales sobre lo que ocurrió el día de la desaparición de María Ercira. Sin embargo, la familia se ha visto decepcionada al enterarse de que las 24 horas de grabación solicitadas por la Fiscalía no están disponibles. «Nosotros, en un momento, nos quedamos tranquilos porque la Fiscalía pidió las 24 horas de grabación y esas 24 horas no están. Entonces, nos parece gravísimo», añadió Hernández, subrayando la gravedad de la situación.
La familia ha decidido tomar medidas y está considerando presentar una querella por obstrucción dolosa a la investigación. Hernández ha señalado que existe una omisión grave en el manejo del caso, lo que ha llevado a la familia a cuestionar la competencia de las autoridades involucradas. «No sabemos si esta eliminación de los videos fue intencional o se sobrescribieron», comentó, dejando entrever la posibilidad de que haya habido una falta de diligencia en la preservación de pruebas.
La búsqueda de María Ercira ha sido un proceso largo y doloroso. A más de 400 días de su desaparición, la familia ha enfrentado no solo la angustia de no saber qué le ocurrió, sino también la frustración de ver cómo la investigación parece estancarse. La PDI, encargada de la investigación, ha sido objeto de críticas por su manejo del caso, especialmente en lo que respecta a la recolección de pruebas y la atención a las solicitudes de la familia.
La situación ha llevado a la familia a cuestionar la eficacia de las autoridades en la protección de los derechos de las víctimas y sus familias. La falta de comunicación y la aparente desidia en la investigación han generado un clima de desconfianza hacia las instituciones encargadas de garantizar la justicia. Hernández ha expresado que, desde el primer día, la familia insistió en la importancia de las cámaras de vigilancia, y su ausencia ha sido un golpe devastador para su búsqueda de respuestas.
En medio de esta angustiante situación, la familia de María Ercira sigue luchando por obtener justicia. La posibilidad de presentar una querella es un paso significativo en su búsqueda de respuestas y en su intento por garantizar que se tomen en serio las denuncias de desapariciones y otros delitos. La indignación de la familia es un reflejo de la frustración que muchas personas sienten cuando se enfrentan a la burocracia y a la falta de acción por parte de las autoridades.
El caso de María Ercira Contreras no solo es una historia de desaparición, sino también un llamado a la acción para que las autoridades se tomen en serio la protección de las personas vulnerables y se aseguren de que se sigan los protocolos adecuados en las investigaciones. La familia, a pesar de la adversidad, continúa su lucha por la verdad y la justicia, esperando que su voz sea escuchada y que se tomen las medidas necesarias para evitar que situaciones similares ocurran en el futuro. La comunidad también se ha unido a su causa, exigiendo respuestas y un compromiso real por parte de las autoridades para resolver este caso y otros similares que han quedado en el olvido.