En Antofagasta, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal ha comenzado un juicio que ha captado la atención de la comunidad educativa y de la sociedad en general. El caso involucra a Patricio Puelles Sepúlveda, un exapoderado de una escuela municipal, quien es acusado de agredir y amenazar a la profesora Katherine Yoma Valdivia en 2023. Este juicio no solo aborda los hechos de violencia física y emocional que sufrió la docente, sino que también pone de relieve la problemática de la violencia en el entorno escolar y la respuesta institucional ante tales situaciones.
Los hechos que dieron origen a este juicio ocurrieron el 19 de junio de 2023, cuando Puelles ingresó a la Escuela José Papic Radnic D-68 y, en un arrebato de ira, amenazó a Yoma, gritando: «vas a pagar por lo que le hiciste a mi hija». Posteriormente, la agredió físicamente, causándole daños que fueron valorados en más de $1.119.000 pesos. La acusación del Ministerio Público califica estos actos como amenazas simples y daños simples, delitos contemplados en el Código Penal chileno. Este juicio, que se extenderá hasta el martes 17 de junio, se está llevando a cabo bajo estrictas restricciones mediáticas, a solicitud de la defensa, que busca proteger la identidad del acusado.
La comunidad educativa ha reaccionado con indignación ante este caso, resaltando la necesidad de abordar la violencia en las escuelas de manera más efectiva. La profesora Yoma, quien falleció meses después del ataque, había denunciado previamente el deterioro emocional y físico que sufrió a raíz de esta agresión. La situación ha generado un debate sobre la normalización de la violencia contra los docentes y la falta de medidas adecuadas para proteger a quienes se encuentran en el frente educativo.
### La Respuesta Institucional y la Querella Contra el Exalcalde
En un giro adicional a esta trágica historia, la familia de Katherine Yoma ha presentado una querella criminal contra el exalcalde de Antofagasta, Jonathan Velásquez. Esta acción legal se debe a la publicación de documentos privados de la docente en redes sociales, lo que, según la familia, constituye una violación de su secreto particular. La querella ya ha sido acogida a trámite y se espera que Velásquez sea formalizado el próximo 8 de julio.
La familia de Yoma sostiene que el exalcalde utilizó información confidencial para desacreditarla públicamente, minimizando así las críticas hacia su gestión y su responsabilidad en la protección de la profesora. Este hecho ha generado un clamor por justicia no solo para Yoma, sino también para todos los docentes que enfrentan situaciones similares de violencia y acoso en sus lugares de trabajo.
La comunidad educativa, junto con diversos sectores sociales, ha exigido una respuesta contundente por parte de las autoridades. La violencia en el ámbito escolar no es un fenómeno aislado; es un problema que afecta a muchos docentes y que, a menudo, queda en la impunidad. La falta de medidas efectivas para abordar estos casos ha llevado a un clima de inseguridad y desconfianza entre los educadores, quienes deberían poder desempeñar su labor en un entorno seguro y respetuoso.
### La Importancia de la Conciencia Social
El caso de Katherine Yoma ha puesto de manifiesto la necesidad de crear conciencia sobre la violencia en las escuelas y la importancia de proteger a los docentes. La comunidad educativa debe unirse para exigir políticas más efectivas que garanticen la seguridad de los profesores y que aborden de manera integral el problema de la violencia en el entorno escolar.
Es fundamental que las autoridades educativas y gubernamentales tomen medidas proactivas para prevenir la violencia y ofrecer apoyo a los docentes que se encuentran en situaciones de riesgo. Esto incluye la implementación de programas de formación y sensibilización sobre la violencia en el ámbito escolar, así como la creación de protocolos claros para la denuncia y el seguimiento de estos casos.
La historia de Katherine Yoma es un recordatorio de que la violencia en las escuelas no puede ser ignorada. Cada caso representa no solo un ataque a un individuo, sino también un ataque a la educación y a los valores que deberían prevalecer en nuestras instituciones. La comunidad debe trabajar unida para garantizar que situaciones como esta no se repitan y que todos los docentes puedan ejercer su labor en un ambiente seguro y respetuoso.