Recientemente, un centro de estética en Santiago ha sido objeto de múltiples denuncias por parte de clientas y extrabajadoras, quienes han señalado irregularidades graves en su funcionamiento. El centro, conocido como Ancona, cerró sus puertas en marzo de este año, dejando a muchas personas con tratamientos incompletos y sin respuestas. La situación ha cobrado notoriedad debido a la supuesta vinculación de la reconocida esteticista Angélica Contreras Ossandón, quien ha sido imagen del establecimiento en redes sociales, aunque ella ha negado cualquier relación con el mismo.
### Denuncias de Clientas y Extrabajadoras
Las denuncias han surgido principalmente de clientas que pagaron por tratamientos que nunca se llevaron a cabo. Andrea Sepúlveda, una de las afectadas, relató que firmó un contrato con el centro y pagó $1.450.000 por un paquete de 40 masajes reductivos, los cuales no se concretaron. Tras el cierre del local, Sepúlveda intentó comunicarse con Angélica Contreras, pero no recibió respuesta. Esta situación ha generado una gran frustración entre las clientas, quienes se sienten abandonadas y sin opciones para recuperar su dinero.
Además de las quejas de las clientas, extrabajadoras del centro también han alzado la voz. Amira Facuse, quien trabajó en Ancona, denunció que las condiciones laborales eran precarias. Según su testimonio, trabajó casi un año sin contrato, sin pago de horas extras y sin cotizaciones a la AFP. Facuse también mencionó que el lugar presentaba problemas de higiene, incluyendo la presencia de plagas y filtraciones en las instalaciones.
Otra extrabajadora, Bárbara Álvarez, afirmó que el centro de estética se fue a quiebra tras el traslado de Angélica Contreras a La Serena, dejando a su hijo a cargo del negocio. Esta situación ha llevado a las extrabajadoras a sentirse desprotegidas y sin opciones legales para reclamar sus derechos.
### La Respuesta de Angélica Contreras
Ante las acusaciones, Angélica Contreras ha negado cualquier responsabilidad en las irregularidades del centro. En una entrevista reciente, afirmó: «No tengo nada que ver con esta empresa». Sin embargo, su nombre aparece en documentos relacionados con el establecimiento, lo que ha generado confusión y desconfianza entre las afectadas. Contreras ha indicado que si su nombre figura en algún documento, está dispuesta a responder, pero insiste en que no tiene conocimiento de lo que sucedía en el centro.
La situación ha escalado a tal punto que Contreras ha anunciado su intención de presentar una querella por las denuncias en su contra. Esta decisión ha sido recibida con escepticismo por parte de las clientas y extrabajadoras, quienes consideran que la esteticista está tratando de desvincularse de un problema que, según ellas, está directamente relacionado con su imagen y su nombre.
El local donde funcionaba el centro de estética Ancona ha sido reabierto como una cafetería y un salón de belleza, cuyos nuevos trabajadores han declarado no tener ningún vínculo con Angélica Contreras ni su familia. Esta transición ha dejado a las afectadas con más preguntas que respuestas, ya que el cierre del centro y la falta de comunicación han dejado un vacío en la atención que esperaban recibir.
La situación en el centro de estética Ancona es un claro ejemplo de cómo la falta de regulación y supervisión en el sector de la estética puede llevar a situaciones de abuso y desprotección para las clientas y trabajadores. Las denuncias han puesto de relieve la necesidad de una mayor vigilancia en este tipo de establecimientos, así como la importancia de que las personas que buscan tratamientos estéticos se informen adecuadamente sobre la reputación y las condiciones de los lugares a los que acuden.
Las afectadas continúan buscando respuestas y soluciones a su situación, mientras que el caso de Ancona sigue generando atención mediática y debate sobre la responsabilidad de los profesionales en el ámbito de la estética. La comunidad espera que se tomen medidas para proteger a las personas que buscan mejorar su calidad de vida a través de tratamientos estéticos, y que situaciones como esta no se repitan en el futuro.