En medio de una ola de calor sin precedentes, los residentes de Teherán se enfrentan a una crisis de agua que ha llevado al gobierno a declarar un día feriado. La capital iraní, que ha visto temperaturas alcanzar los 40 grados Celsius, se encuentra en una situación crítica debido a la escasez de agua, con los niveles de los embalses cayendo un 87%. Esta medida busca no solo aliviar el sufrimiento de la población, sino también conservar los recursos hídricos y energéticos del país.
La situación es alarmante. Ali, un comerciante que ha estado vendiendo maletines en la calle Enqelab durante la última década, comenta que la falta de clientes es evidente. “La gente tiene calor, no sale”, dice mientras se refugia bajo la sombra de un árbol. La combinación de altas temperaturas y la escasez de agua ha llevado a cortes de electricidad y agua en varias áreas de la ciudad, lo que agrava aún más la situación.
### Impacto de la Sequía en la Vida Cotidiana
La sequía en Irán ha alcanzado niveles históricos, siendo la peor en 60 años. Las precipitaciones han disminuido drásticamente, lo que ha llevado a una crisis de agua que afecta a 18 de las 31 provincias del país. Mona, una residente de los suburbios de Teherán, relata que ha estado lidiando con la falta de agua durante días. “Dicen que es debido a una construcción en el campo del agua, no sé qué exactamente. Pero por varios días no tuvimos agua”, explica mientras se mueve en taxi por la ciudad.
La declaración del gobierno de un «día feriado» se aplica a oficinas gubernamentales, bancos y negocios en la provincia de Teherán, y se extiende a al menos diez provincias más. Esta medida es parte de un esfuerzo por ahorrar agua y electricidad en un momento en que ambos recursos son escasos. La situación ha llevado a un aumento en la preocupación pública sobre el futuro del suministro de agua en el país, especialmente con el pronóstico de que las temperaturas seguirán aumentando.
El presidente Pezeshkian ha advertido sobre un futuro «dire» si no se toman medidas urgentes. La crisis de agua no solo afecta a los ciudadanos en su vida diaria, sino que también plantea serias preguntas sobre la sostenibilidad de la agricultura y la industria en Irán. Los agricultores, que dependen del agua para sus cultivos, se encuentran en una encrucijada, enfrentando la posibilidad de perder sus cosechas debido a la falta de recursos hídricos.
### Respuestas del Gobierno y la Sociedad
El gobierno iraní ha comenzado a implementar medidas para abordar la crisis, pero muchos ciudadanos sienten que estas acciones son insuficientes. La falta de infraestructura adecuada para la gestión del agua y la ineficiencia en la distribución han sido criticadas por expertos y ciudadanos por igual. La situación ha llevado a un aumento en las protestas y la presión sobre el gobierno para que actúe de manera más efectiva.
Además, la crisis de agua se ha visto exacerbada por la guerra y las tensiones políticas en la región, lo que ha dificultado aún más la gestión de los recursos. La población está cada vez más consciente de la necesidad de un cambio en la política de gestión del agua, y muchos piden una mayor inversión en tecnologías sostenibles y en la infraestructura necesaria para garantizar un suministro adecuado.
Mientras tanto, los ciudadanos continúan lidiando con las consecuencias de esta crisis. La falta de agua y electricidad ha llevado a un aumento en la frustración y la desesperación entre la población, que se siente atrapada en un ciclo de calor extremo y escasez de recursos. Las autoridades han instado a la población a conservar agua y energía, pero muchos se preguntan cuánto más pueden soportar.
La crisis de agua y calor en Irán es un recordatorio de la fragilidad de los recursos naturales y la necesidad urgente de una gestión sostenible. A medida que las temperaturas siguen aumentando y la escasez de agua se convierte en una realidad cotidiana, la población de Teherán y de todo Irán se enfrenta a un futuro incierto, donde la lucha por el agua podría convertirse en un desafío aún mayor.