El 25 de mayo de 2025, Puerto Varas, en la Región de Los Lagos, fue escenario de un fenómeno meteorológico devastador: un tornado que dejó a su paso una estela de destrucción. A las 15:15 horas, los vientos comenzaron a soplar con una intensidad alarmante, alcanzando velocidades de entre 138 y 178 kilómetros por hora, lo que llevó a la Dirección Meteorológica de Chile a clasificarlo como un tornado de categoría EF-1 en la Escala Fujita Mejorada. Este evento no solo causó daños materiales significativos, sino que también puso de relieve la necesidad de mejorar los sistemas de alerta y pronóstico en el país.
La magnitud de los daños fue considerable, con al menos 250 casas afectadas, techos volados y cortes masivos de electricidad. Afortunadamente, las lesiones reportadas fueron leves, pero la comunidad quedó marcada por la experiencia traumática del tornado. En respuesta a este evento, dos meteorólogos de la Dirección Meteorológica de Chile se desplazaron a la zona para investigar y recopilar testimonios que ayudarían a entender mejor el fenómeno y a prevenir futuros desastres similares.
### Testimonios de los Afectados
Ricardo Abarca y Camilo Barahona, los meteorólogos que llegaron a Puerto Varas, se encontraron con un panorama desolador. Las evidencias en el terreno confirmaron la clasificación del tornado como EF-1. Las casas presentaban daños severos, y algunas estructuras públicas también sufrieron las consecuencias del embate del viento. Un hallazgo notable fue el análisis de una grabación de seguridad que mostraba cómo una ráfaga de viento levantó a un perro, lo que evidenció la fuerza del tornado.
Los habitantes de Puerto Varas compartieron sus experiencias, describiendo cómo, además del viento, también se registraron intensas lluvias y granizo. Un aspecto curioso que mencionaron fue la calma repentina que siguió al paso del tornado, lo que generó confusión y temor entre los residentes. Abarca explicó que estas condiciones podrían indicar que el tornado se formó en la parte trasera de la nube de tormenta que lo originó, un fenómeno que puede ser difícil de predecir.
### Dimensiones y Trayectoria del Tornado
El equipo de la Dirección Meteorológica de Chile también logró determinar el tamaño del tornado. La columna de aire tenía un ancho que oscilaba entre 150 y 350 metros y recorrió una distancia de entre cuatro y cinco kilómetros. Este análisis fue posible gracias a fotografías que documentaron los daños, lo que permitió a los expertos trazar la trayectoria del tornado y entender mejor su impacto.
La experiencia de Puerto Varas no es un caso aislado. Chile ha sido testigo de tornados en diversas regiones, aunque la conciencia sobre estos fenómenos ha crecido en los últimos años debido a la proliferación de teléfonos móviles con cámaras y la cobertura mediática. Los meteorólogos han enfatizado la importancia de avanzar hacia pronósticos de muy corto plazo, que permitan alertar a la población con mayor antelación sobre la llegada de tornados y otros fenómenos climáticos extremos.
### Necesidad de Mejoras en el Sistema de Alerta
La tecnología actual para la predicción de tornados en Chile es aún limitada. Los expertos de la Dirección Meteorológica de Chile han subrayado la necesidad de implementar herramientas que faciliten la emisión de alertas tempranas. Entre estas herramientas se encuentran los radares meteorológicos, que ofrecen información tridimensional sobre las nubes y pueden integrarse con imágenes satelitales para proporcionar un panorama más completo de las condiciones climáticas.
Además, se ha hecho un llamado a la población para que esté siempre atenta a los pronósticos de condiciones meteorológicas extremas, especialmente a través de plataformas como Meteochile. La educación y la preparación son fundamentales para mitigar los efectos de futuros desastres naturales, y la experiencia de Puerto Varas debe servir como un recordatorio de la vulnerabilidad de las comunidades ante fenómenos climáticos extremos.
El tornado de Puerto Varas ha dejado lecciones valiosas sobre la importancia de la preparación y la respuesta ante desastres naturales. A medida que el clima continúa cambiando, es esencial que las autoridades y la población trabajen juntas para mejorar los sistemas de alerta y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos.