La inflación en Chile ha sido un tema recurrente en los últimos meses, y el reciente informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) ha traído consigo una serie de sorpresas que han alterado las expectativas económicas. En julio, la inflación alcanzó un 0,9%, superando las proyecciones que apuntaban a un 0,7%. Este aumento no solo marca la mayor variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) desde enero, sino que también ha generado un cambio en las expectativas sobre la política monetaria del Banco Central.
La inflación acumulada hasta julio se sitúa en un 2,8%, mientras que la variación interanual ha subido del 4,1% al 4,3%. Estos números se alejan de la meta del Banco Central, que busca mantener la inflación en torno al 3%. Este desvío ha llevado a economistas y analistas a replantear sus proyecciones sobre posibles recortes en la Tasa de Política Monetaria (TPM).
### Factores que Contribuyen al Aumento de la Inflación
El informe del INE detalla que, en julio, doce de las trece divisiones que conforman la canasta del IPC contribuyeron a la variación mensual del índice, con solo una división reportando una incidencia negativa. Entre las divisiones que experimentaron aumentos significativos se encuentran la vivienda y los servicios básicos, que registraron un incremento del 1,5%, aportando 0,275 puntos porcentuales al IPC. Asimismo, los alimentos y bebidas no alcohólicas también mostraron un aumento del 0,9%, con una incidencia de 0,192pp.
Uno de los productos que más ha impactado en el alza del IPC es la tarifa de la luz, que aumentó un 7,3% en julio, contribuyendo con 0,239pp a la variación general. Este incremento acumulado de 19,1% en lo que va del año ha generado preocupación entre los consumidores y ha llevado a un análisis más profundo sobre cómo estos aumentos afectan el poder adquisitivo de la población.
Además de la electricidad, otros servicios como las telecomunicaciones y el alojamiento también han contribuido al aumento del IPC, con incrementos del 3,9% y 7,4%, respectivamente. Estos aumentos reflejan una tendencia más amplia de incremento en los costos de vida, lo que puede llevar a una presión adicional sobre los hogares chilenos.
### Repercusiones en la Política Monetaria
El inesperado aumento del IPC ha llevado a los economistas a revisar sus expectativas sobre la política monetaria del Banco Central. Antes de la publicación de estos datos, se anticipaba que el Banco Central podría reducir su Tasa de Política Monetaria en 25 puntos base en la reunión de septiembre, llevándola a un 4,5%. Sin embargo, con el nuevo dato de inflación, las proyecciones se han ajustado, y muchos expertos ahora consideran que esta posibilidad se ha desvanecido, posponiéndose para las reuniones de octubre o diciembre.
Priscila Robledo, economista jefe en Fintual, ha señalado que este dato es un “balde de agua fría” después de meses de registros mayormente positivos. La actividad económica, excluyendo la minería, ha mostrado un desempeño relativamente sólido, lo que complica aún más la posibilidad de un recorte de tasas en el corto plazo. Por su parte, el banco Santander ha indicado que, aunque aún proyectan un recorte de la TPM, este no ocurrirá en septiembre, y dependerá de la evolución de los próximos datos económicos.
Desde Clapes-UC, se ha expresado que con este registro, se hace más difícil que la inflación cierre el año por debajo del 4%, como esperaban diversas fuentes. Esto sugiere que un nuevo recorte de tasas podría ser postergado hasta finales de año, dependiendo de cómo se comporten los índices de inflación en los próximos meses.
En Scotiabank, la perspectiva es aún más cautelosa, sugiriendo que el Banco Central podría optar por un enfoque neutral en su reunión de septiembre, dada la creciente presión inflacionaria proveniente de la actividad local y los recientes desarrollos en el ámbito inflacionario.
Este panorama inflacionario no solo afecta a los consumidores, sino que también tiene implicaciones significativas para las decisiones de inversión y el clima económico en general. La incertidumbre sobre la política monetaria y la inflación puede influir en la confianza de los consumidores y las empresas, afectando así el crecimiento económico a largo plazo.
La situación actual exige un seguimiento cercano de los indicadores económicos y una evaluación continua de las políticas que el Banco Central implementará para abordar estos desafíos. La inflación, como factor determinante en la economía chilena, seguirá siendo un tema de discusión y análisis en los próximos meses.