El aumento de las tarifas eléctricas ha sido un tema de gran relevancia para el Banco Central, especialmente en el contexto de la inflación que ha tardado más de lo esperado en regresar a la meta del 3%. Este fenómeno se destacó en el Informe de Política Monetaria (Ipom) de junio de 2024, donde el Banco Central revisó al alza sus proyecciones de inflación para los años 2024 y 2025. La proyección de inflación para 2024 se incrementó del 3,8% al 4,2%, y para 2025, del 3% al 3,8%. Además, se estimó que el aumento en las tarifas eléctricas tendría un impacto significativo, equivalente a 145 puntos base, para junio de 2026.
Según el Banco Central, las tarifas eléctricas afectan la inflación a través de varios canales. En primer lugar, el suministro de electricidad representa un 2,2% de la canasta de consumo de los hogares, lo que significa que cualquier aumento en este servicio tiene un efecto directo en la medición de la inflación. En segundo lugar, las empresas que producen bienes y servicios utilizan electricidad como insumo en su producción. Por lo tanto, el incremento en el precio de la electricidad provoca un efecto indirecto sobre la inflación, ya que las empresas tienden a trasladar estos costos adicionales a los precios de venta.
En el contexto de la canasta de precios del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), se ha observado que el suministro de electricidad subió un 46% en 2024, y entre enero y septiembre de 2025, se acumuló un incremento del 19,3%. Actualmente, la inflación se mantiene por encima de la meta del 3%, y se espera que cierre el año en un 4%, con la posibilidad de regresar a la meta solo en el segundo semestre de 2026.
Recientemente, se conoció una noticia que podría influir en la trayectoria de la inflación: una corrección a la baja en el precio de las cuentas de la luz. Un Informe Técnico Preliminar de la Comisión Nacional de Energía (CNE) anunció que, debido a una corrección metodológica, las tarifas eléctricas disminuirán un 2% durante el primer mes del próximo año a nivel nacional. Este cambio ha suscitado interés en el Banco Central, que ha indicado que actualizará el escenario macroeconómico en la próxima Reunión de Política Monetaria (RPM).
Los economistas han señalado que el impacto de esta reducción en las tarifas eléctricas será acotado en la medición del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de enero, y no se anticipan efectos significativos en las decisiones de política monetaria del Banco Central. La CNE explicó que la modificación se debe a una corrección metodológica relacionada con el efecto inflacionario en las diferencias de facturación que se ajustan semestralmente en las tarifas.
La próxima Reunión de Política Monetaria está programada para los días 28 y 29 de octubre, donde se analizará en detalle el efecto que esta corrección en las tarifas eléctricas puede tener sobre la inflación y el manejo de la política monetaria. Este análisis será crucial para entender cómo el Banco Central ajustará sus estrategias en respuesta a los cambios en el entorno económico.
En resumen, el aumento de las tarifas eléctricas ha sido un factor determinante en la inflación en Chile, y la reciente corrección a la baja en los precios de la electricidad podría ofrecer un respiro en este contexto. Sin embargo, el impacto real de esta medida en la política monetaria y en la inflación general del país aún está por verse, y será objeto de análisis en las próximas reuniones del Banco Central. La interrelación entre las tarifas eléctricas y la inflación es un tema complejo que requiere atención continua, especialmente en un entorno económico tan dinámico como el actual.