La influencer y ex participante de reality shows, Ignacia Michelson, ha compartido su experiencia tras someterse a una operación estética que resultó ser un verdadero desastre. En una reciente conversación con sus compañeros de equipo, Michelson reveló que fue víctima de una intervención engañosa que la dejó con secuelas físicas y emocionales. La joven, conocida por su participación en «Mundos Opuestos», ha decidido hablar abiertamente sobre su situación para alertar a otras personas sobre los peligros de someterse a procedimientos estéticos sin la debida precaución.
La influencer, que se ha convertido en una figura polémica en las redes sociales, confesó que su deseo de mejorar su figura la llevó a tomar decisiones apresuradas. «Me gustaría tener menos poto, ser más flaca», expresó, añadiendo que fue engañada al recibir un biopolímero peligroso en lugar de los resultados que esperaba. «Si me tocas, tengo pelotas acá (bajo la nalga)», comentó, evidenciando el daño que le causó la intervención.
Michelson no solo se siente traicionada por los profesionales que realizaron el procedimiento, sino que también está en proceso de demanda junto a otras mujeres que han pasado por situaciones similares. «Me mintieron, me estafaron… Estoy en proceso de demanda con muchas otras, porque le mintieron a muchas chicas», afirmó. Su historia es un recordatorio de que la búsqueda de la belleza puede tener consecuencias devastadoras si no se eligen los caminos correctos.
La gravedad de la situación se intensifica al mencionar que una de las mujeres que se sometió a un procedimiento similar perdió la vida. «Una de ellas murió, la mataron porque le metieron polímero y le dio un paro cardiaco», relató Michelson, quien también reveló que los responsables de la clínica ilegal enfrentan ahora la justicia. Este tipo de relatos son alarmantes y ponen de manifiesto la necesidad de una regulación más estricta en el ámbito de la cirugía estética.
El proceso de recuperación que enfrenta Michelson es complicado y doloroso. La joven explicó que para extraer el biopolímero de su cuerpo, los médicos deben realizar una cirugía invasiva. «Para sacármelo me tienen que rajar la pierna… te abren todo el culo, te sacan el músculo con toda la cuestión. Aparte, deja una cicatriz horrible, y aún así no sale todo», detalló. Esta descripción gráfica del procedimiento resalta la seriedad de las intervenciones estéticas y los riesgos que conllevan.
Además, Michelson mencionó que existe el riesgo de que el biopolímero migre a otras partes de su cuerpo. «A mí me empezó a migrar a la pierna, pero no ha llegado al riñón menos mal», comentó, lo que añade un nivel adicional de preocupación a su ya complicada situación. La migración de materiales extraños en el cuerpo puede causar complicaciones graves y es un tema que debería ser más discutido en el ámbito de la salud estética.
La historia de Ignacia Michelson es un llamado de atención para quienes consideran someterse a procedimientos estéticos. La presión social y los estándares de belleza impuestos por la sociedad pueden llevar a decisiones apresuradas que, como en el caso de Michelson, pueden resultar en consecuencias devastadoras. Es fundamental que las personas se informen adecuadamente y busquen profesionales calificados antes de tomar decisiones que afecten su salud y bienestar.
La influencer ha decidido utilizar su plataforma para crear conciencia sobre los peligros de las intervenciones estéticas mal realizadas. Su valentía al compartir su experiencia puede ayudar a otras personas a evitar situaciones similares. Ignacia Michelson se ha convertido en una voz importante en la lucha por la seguridad en los procedimientos estéticos, y su historia resuena con muchas mujeres que han enfrentado desafíos similares.
En un mundo donde la apariencia física a menudo se valora por encima de la salud, es esencial recordar que la belleza no debe comprometer la vida ni la integridad física. La historia de Ignacia Michelson es un recordatorio de que la búsqueda de la perfección puede tener un costo alto y que es fundamental priorizar la salud y el bienestar por encima de las expectativas sociales. Las mujeres, y en general todas las personas, deben sentirse empoderadas para tomar decisiones informadas sobre su cuerpo y su salud, sin dejarse llevar por las presiones externas.