Franco Parisi, economista, ingeniero comercial y político chileno, se presenta como un candidato provocador en su tercera incursión presidencial. Con el respaldo del Partido de la Gente (PDG), busca establecer un espacio propio en un panorama electoral donde predominan figuras como José Antonio Kast y Jeannette Jara. En un contexto donde la polarización ideológica es evidente, Parisi intenta atraer a un electorado que se siente desconectado de las opciones tradicionales, aquellos que no se identifican ni con la derecha ni con la izquierda.
### La Estrategia de Parisi: Captar Votantes Descontentos
En una reciente entrevista, Parisi afirmó que su campaña está diseñada para captar la atención de aquellos que no se sienten representados por los partidos establecidos. Según él, su verdadero adversario es el «establishment» que perpetúa la dicotomía entre «fachos» y «comunachos». Parisi sostiene que su propuesta es más inclusiva y que busca devolver a Chile a un estado de meritocracia, alejándose del clientelismo político que, según él, ha dominado el país.
La última encuesta Pulso Ciudadano posiciona a Parisi en el tercer lugar, lo que plantea la pregunta: ¿a quién le está quitando votos? Parisi responde que su electorado no es el típico que responde a encuestas, ya que muchos de ellos están ocupados trabajando o no confían en el proceso de encuestas. Asegura que su apoyo real supera el 18% y que su campaña está diseñada para resonar con aquellos que se sienten ignorados por el sistema político actual.
Parisi también critica a sus competidores, señalando que Jara es una candidata débil y que Kast, aunque puntea en algunas encuestas, está perdiendo apoyo por no creer en la Garantía Universal de Ingresos (PGU). Su enfoque se centra en la necesidad de un cambio radical en la política chilena, donde la corrupción y la ineficiencia del gobierno actual son temas recurrentes en su discurso.
### Desafíos y Oportunidades en la Campaña
Uno de los mayores desafíos que enfrenta Parisi es la falta de apoyo financiero de la clase empresarial, que él mismo reconoce. A pesar de que su campaña ha recibido un aporte simbólico de 1.000 pesos, Parisi no se siente desalentado. En su opinión, su estatus como «outsider» le otorga una ventaja, ya que puede presentarse como un candidato que no está atado a los intereses de los grupos de poder tradicionales.
La experiencia de Parisi en elecciones anteriores también juega un papel crucial en su estrategia actual. Reconoce que su error principal en la última elección fue confiar demasiado en sus diputados, quienes no cumplieron con las expectativas del partido. Sin embargo, se muestra optimista respecto a la nueva camada de candidatos que está formando, asegurando que están mejor preparados y más comprometidos con los ideales del PDG.
Parisi también ha sido crítico con el gobierno de Gabriel Boric, argumentando que ha traicionado las promesas de cambio y ha perpetuado la corrupción. Este desencanto con la izquierda, según él, ha creado una oportunidad para que su partido capture a los votantes que buscan una alternativa viable.
En cuanto a su visión de futuro, Parisi se muestra confiado en que su campaña lo llevará a la segunda vuelta. Asegura que su análisis de la situación política chilena es profundo y que la mayoría de los ciudadanos no desean regresar a las divisiones del pasado. Su objetivo es construir un gobierno de unidad nacional que sane las heridas del país y promueva un verdadero cambio.
La campaña de Parisi se caracteriza por su enfoque en la comunicación directa con los ciudadanos, utilizando plataformas digitales y redes sociales para conectar con su base de apoyo. A medida que se acercan las elecciones, su capacidad para movilizar a los votantes descontentos será crucial para determinar su éxito en esta contienda electoral.
En resumen, Franco Parisi se presenta como un candidato que desafía las normas establecidas del sistema político chileno. Con una estrategia centrada en captar a los votantes que se sienten marginados y un discurso que critica tanto a la derecha como a la izquierda, busca posicionarse como una alternativa viable en un panorama electoral cada vez más polarizado.