Con las candidaturas parlamentarias ya formalizadas, los partidos políticos de Chile, tanto del oficialismo como de la oposición, han comenzado a realizar sus cálculos y estrategias para las elecciones que se celebrarán en noviembre. La situación actual presenta un panorama complejo, donde cada colectividad debe evaluar sus posibilidades y ajustar sus expectativas en función de los candidatos que han decidido presentar.
**Desafíos y Aspiraciones del Oficialismo**
La coalición Unidad por Chile, que incluye a los seis partidos más grandes del oficialismo y a la Democracia Cristiana (DC), enfrenta una dura realidad. La búsqueda de una unidad amplia ha llevado a los partidos a ceder más de lo que esperaban, lo que ha generado un consenso sobre la dificultad de crecer en esta elección. Por ejemplo, el Partido Socialista (PS) ha reducido su número de candidaturas a 30, en comparación con las 38 que presentó en 2021, cuando logró obtener 14 escaños. En esta ocasión, su proyección es que podrían alcanzar alrededor del 5,5% de los votos válidos a nivel nacional, con la esperanza de igualar su desempeño anterior.
Dentro de sus candidaturas más prometedoras se encuentran nombres como Daniel Manouchehri en el distrito 5 y Raúl Leiva en el 14. Sin embargo, el PS enfrenta el reto de que, a diferencia de la elección pasada, no confían en que alguna de sus duplas logre ser electa. En el ámbito senatorial, el partido espera que al menos cuatro de sus siete candidatos sean elegidos, destacando a la actual senadora Paulina Vodanovic como una de las principales apuestas.
El Frente Amplio (FA), por su parte, busca mantener su posición como la bancada más grande del oficialismo, con 19 parlamentarios en la actualidad. La presidenta del FA, Constanza Martínez, ha expresado la necesidad de ceder en algunas negociaciones para lograr la unidad. Las expectativas son altas en distritos donde presentan duplas, como en el 11 con Constanza Schonhaut e Isidora Alcalde, y en el 12 con Simón Ramírez y Marco Velarde. En el ámbito senatorial, el FA aspira a duplicar su representación actual, con Diego Ibáñez como su carta más fuerte en la Región de Valparaíso.
**Las Estrategias de la Oposición**
En el lado de la oposición, el pacto Cambio por Chile, que incluye al Partido Republicano, el Nacional Libertario y el Social Cristiano, se enfrenta a un desafío considerable: aumentar su escasa representación en el Senado, donde actualmente solo tienen un escaño. Con 12 candidatos al Senado, su objetivo más optimista es lograr cuatro escaños. En la Cámara de Diputados, el Partido Republicano presenta 65 candidaturas y espera que al menos 20 sean electas, con su líder, José Antonio Kast, como una de las figuras más destacadas.
Por otro lado, la coalición Chile Vamos, que agrupa a la UDI, Renovación Nacional y Evópoli, ha presentado una nueva alianza con los Demócratas, liderados por la senadora Ximena Rincón. Ambas colectividades han inscrito un número similar de candidatos a diputaciones, con la UDI presentando 58 postulantes y Renovación Nacional 57. Cada partido espera que alrededor de 20 de sus candidatos sean electos. En el Senado, ambos partidos han presentado nueve candidaturas, con el objetivo de mantener su representación actual.
Las expectativas de los partidos más pequeños, como el Radical y el Liberal, también son moderadas. El Partido Radical confía en que sus cinco diputados en ejercicio sean reelectos, mientras que los Liberales necesitan obtener al menos cuatro escaños en la Cámara para evitar su disolución legal. En total, el pacto de la oposición aspira a conseguir un mínimo de 37 diputados y seis senadores.
**Expectativas de los Partidos Regionalistas y Sociales**
La Federación Regionalista Verde Social (FRVS) y Acción Humanista (AH) han decidido presentar una lista separada del resto del oficialismo, con un total de 178 candidatos a diputado y 17 a senador. A pesar de la cantidad de postulantes, las expectativas son cautas. La FRVS espera al menos ocho diputados electos, con la aspiración de alcanzar 16, mientras que los humanistas buscan asegurar cuatro escaños en la Cámara, lo que les permitiría mantener su legalidad.
En este contexto, las elecciones parlamentarias de noviembre se perfilan como un evento crucial para el futuro político de Chile. Cada partido debe navegar por un terreno complicado, donde las alianzas, las expectativas y las estrategias de campaña serán determinantes para el éxito en las urnas. Las dinámicas de negociación y la capacidad de cada colectividad para adaptarse a las circunstancias actuales serán claves para definir el nuevo mapa político del país.