La Universidad de Antofagasta (UA) se vio obligada a activar sus protocolos de seguridad en la mañana del 22 de octubre de 2025, tras recibir una grave amenaza de ataque armado. Esta situación llevó a la evacuación preventiva de la mayoría de sus campus, generando una respuesta inmediata de las autoridades locales. La amenaza fue comunicada a través de un correo electrónico que llegó a la institución a las 00:10 horas, con un asunto alarmante: «MAÑANA IRÉ A ASESINAR A TODOS». La gravedad del mensaje movilizó a Carabineros y a la Policía de Investigaciones (PDI), quienes se encargaron de investigar el origen de la amenaza.
La remitente del correo se identificó como «Amy Juliet», una joven de 16 años, quien expresaba su intención de llevar a cabo un ataque en el campus utilizando el arma de fuego de su padre. En el mensaje, también mencionaba su deseo de suicidarse y articulaba su amenaza como una forma de venganza contra lo que ella percibía como un «adoctrinamiento» en las universidades y el acoso que había sufrido en su colegio. Además, hacía referencia a un grupo llamado «Fella Farms», lo que añade un elemento de preocupación sobre la posible existencia de un grupo organizado detrás de la amenaza.
La respuesta de la universidad fue rápida y efectiva. La evacuación afectó a los campus Angamos, Coloso, Los Inmigrantes y Antonino Toro, mientras que el Hospital Clínico Universitario (HCUA) permaneció operativo. La universidad comunicó que todas las actividades administrativas se llevarían a cabo de manera remota hasta nuevo aviso, priorizando la seguridad de su comunidad educativa. La institución también solicitó a los estudiantes y al personal que se mantuvieran informados a través de los canales oficiales para evitar la difusión de rumores o información errónea.
La amenaza fue tomada con la seriedad que merece, y Carabineros recibió la denuncia a través del número de emergencia 133. La PDI comenzó a rastrear el IP del computador desde donde se envió el correo, con el objetivo de identificar a la persona responsable de la amenaza. La universidad agradeció la colaboración de su comunidad y enfatizó que la evacuación era una medida preventiva para garantizar la seguridad de todos.
### Contexto de la Amenaza
El contexto en el que se produjo esta amenaza es preocupante. En los últimos años, ha habido un aumento en las amenazas de violencia en instituciones educativas en diversas partes del mundo. Estas situaciones generan un clima de miedo y desconfianza entre estudiantes y personal docente. La amenaza recibida por la Universidad de Antofagasta no es un caso aislado, sino parte de una tendencia más amplia que ha llevado a muchas instituciones a revisar y reforzar sus protocolos de seguridad.
La juventud actual enfrenta una serie de desafíos únicos, incluyendo el acoso escolar, la presión social y el impacto de las redes sociales en su vida diaria. Estos factores pueden contribuir a que algunos jóvenes se sientan aislados o desesperados, lo que puede llevar a acciones extremas. En este caso, la joven que envió la amenaza parece haber estado lidiando con problemas personales significativos, lo que plantea preguntas sobre cómo las instituciones pueden abordar el bienestar emocional y mental de sus estudiantes.
La universidad, al igual que muchas otras, debe considerar no solo la seguridad física de su comunidad, sino también el apoyo emocional y psicológico que se puede ofrecer a los estudiantes que se encuentran en situaciones difíciles. La prevención del acoso escolar y la promoción de un ambiente inclusivo y seguro son esenciales para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro.
### Reacciones y Consecuencias
La reacción de la comunidad universitaria ante la amenaza fue de preocupación y solidaridad. Muchos estudiantes expresaron su apoyo a las medidas tomadas por la universidad, reconociendo la importancia de priorizar la seguridad. Sin embargo, también surgieron críticas sobre cómo se manejan las situaciones de acoso y la salud mental en el entorno educativo. Algunos estudiantes señalaron que es fundamental que las instituciones no solo respondan a las amenazas, sino que también trabajen proactivamente para crear un ambiente seguro y de apoyo.
Las autoridades locales también se pronunciaron sobre la situación, destacando la importancia de la colaboración entre la universidad y las fuerzas de seguridad. La PDI, al iniciar la investigación, subrayó que es crucial tomar en serio cualquier amenaza de violencia y actuar de manera rápida y efectiva para proteger a la comunidad.
La universidad ha indicado que se implementarán medidas adicionales para garantizar la seguridad en el futuro. Esto puede incluir la revisión de los protocolos de seguridad existentes, la capacitación del personal en la identificación y manejo de situaciones de crisis, y la promoción de programas de concientización sobre salud mental y prevención del acoso.
La amenaza de tiroteo en la Universidad de Antofagasta es un recordatorio de la necesidad de abordar los problemas de violencia y acoso en las instituciones educativas. La seguridad de los estudiantes y el personal debe ser una prioridad, pero también es esencial fomentar un entorno en el que todos se sientan valorados y apoyados. La comunidad universitaria debe trabajar unida para crear un espacio seguro y acogedor, donde se puedan abordar los problemas de salud mental y se fomente el respeto y la inclusión entre todos sus miembros.
