En octubre del año pasado, el ambicioso proyecto inmobiliario Maratué logró un hito significativo al recibir la aprobación del Comité de Evaluación Ambiental (Coeva) de Valparaíso. Sin embargo, este avance no es el final del camino, ya que ahora se enfrenta a una etapa crucial: el Comité de Ministros debe decidir sobre dos reclamaciones que han sido presentadas en su contra. Este proyecto, que contempla la construcción de hasta 14.180 viviendas en un plazo de 45 años, tiene como objetivo destinar un 70% de estas a primera vivienda y reservar un 50% del terreno para áreas verdes. La inversión total proyectada asciende a US$2.000 millones, lo que lo convierte en uno de los desarrollos más significativos de la región.
### Estrategias para la Aprobación del Proyecto
Para superar esta nueva fase, la empresa responsable del proyecto, Inmobiliaria El Refugio, vinculada al family office del empresario Óscar Lería, ha implementado un plan de difusión dirigido a diversas autoridades de los ministerios de Salud, Transportes, Agricultura y Medio Ambiente. Este esfuerzo ha sido liderado por Felipe Lizana, gerente del proyecto, y Claudia Lería, directora ejecutiva de Maratué. En una reunión clave celebrada el 8 de abril de 2025, ambos se encontraron con Francisco Saffie, coordinador de Regulación Económica del Ministerio de Hacienda, junto a otros expertos, para presentar el proyecto ante el Consejo de Ministros de Medio Ambiente.
El objetivo principal de este encuentro fue obtener una resolución favorable del máximo órgano administrativo del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). Sin embargo, los inversionistas han dejado claro que solo se comprometerán a participar en el proyecto una vez que se obtenga el permiso del Comité de Ministros. Por lo tanto, todos los esfuerzos del equipo se han centrado en lograr esta aprobación, que depende de la decisión de la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, y otros ministros de áreas clave como Salud, Minería, Energía, Economía y Agricultura.
Claudia Lería ha enfatizado la importancia de esta votación, no solo para los desarrolladores, sino también para los beneficiarios del proyecto, dado el grave déficit habitacional que enfrenta la región. «Cada año de retraso significa que 600 viviendas podrían haber sido construidas en ese tiempo», comentó. Además, se ha planificado la activación de un proceso con un banco de inversión inmediatamente después de recibir la resolución del Comité de Ministros, lo que subraya la urgencia de avanzar en el proyecto.
### Desafíos Administrativos y Ambientales
El desarrollo del proyecto Maratué no solo implica la construcción de viviendas, sino que también conlleva una titánica gestión administrativa. En su fase inicial, se estima que se necesitarán al menos 300 permisos sectoriales, que abarcan desde subdivisiones de terrenos hasta autorizaciones para obras sanitarias y conexiones de servicios básicos. Cada una de las más de 100 etapas del proyecto requerirá su propia carpeta de permisos, lo que representa un desafío considerable para los desarrolladores.
Además, deberán tramitar múltiples Informes de Mitigación de Impacto Vial (IMIV) a medida que avancen las distintas fases del desarrollo. Aunque el proyecto recibió aprobación ambiental sin estos informes, la Subsecretaría de Transportes ha emitido observaciones que deben ser atendidas. Desde la inmobiliaria se aclara que el IMIV no forma parte de la evaluación ambiental inicial, pero sí será exigido en etapas posteriores, conforme a la normativa vigente.
En paralelo, el diálogo con las autoridades busca acelerar las respuestas de la Dirección Ejecutiva del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), que actúa como secretaría del Comité de Ministros. Hasta la fecha, aún se esperan respuestas de cuatro entidades clave: los ministerios de Medio Ambiente, Salud, Desarrollo Social y el Consejo de Monumentos Nacionales.
El compromiso de la inmobiliaria con la comunidad también es evidente. Se han programado reuniones para el 24 y 26 de junio, donde arquitectos del proyecto se reunirán con comités de vivienda para iniciar el diseño de las futuras casas, teniendo en cuenta las preferencias de los futuros residentes en cuanto a materiales y estilos. Este proceso es esencial para avanzar en el plan maestro, especialmente en lo que respecta a las soluciones habitacionales subsidiadas.
Además, la inmobiliaria ha comenzado a cumplir anticipadamente con compromisos ambientales, destacando la implementación del Parque Quirilluca, una reserva ecológica privada que ya cuenta con guardaparques y programas de monitoreo de la flora y fauna nativa. Este esfuerzo por conservar el medio ambiente es un componente clave del proyecto, que busca equilibrar el desarrollo urbano con la sostenibilidad ambiental.
El proyecto Maratué representa no solo una oportunidad para abordar el déficit habitacional en Valparaíso, sino también un desafío significativo en términos de gestión ambiental y administrativa. A medida que avanza en su proceso de aprobación, se espera que se convierta en un modelo de desarrollo sostenible que prioriza la calidad de vida de sus habitantes y la protección del entorno natural.
