En un contexto de creciente tensión entre Venezuela y Estados Unidos, el presidente Nicolás Maduro ha intensificado su retórica militar, afirmando que el país está preparado para enfrentar cualquier agresión. Esta situación se ha visto agravada por las recientes declaraciones del presidente estadounidense, quien no descartó la posibilidad de una intervención militar en el país sudamericano. En este artículo, analizaremos la capacidad militar de Venezuela y cómo se posiciona en el contexto regional e internacional.
### Contexto de la Tensión Militar
La escalada de tensiones entre Venezuela y Estados Unidos ha alcanzado un nuevo nivel tras el anuncio de acciones militares por parte de Washington. Maduro ha denunciado lo que considera una «agresión» por parte de EE.UU., señalando que la flota norteamericana está apuntando misiles hacia su país. En respuesta, el presidente venezolano ha movilizado a 25,000 soldados en las fronteras, enfatizando su derecho a defender la soberanía nacional.
El conflicto se intensificó cuando Trump mencionó que Venezuela estaba enviando pandilleros y narcotraficantes a EE.UU., lo que, según él, justifica una respuesta militar. Esta retórica ha llevado a Maduro a reafirmar su compromiso de preparar al país para una defensa integral, basándose en las leyes internacionales que respaldan su postura.
### Capacidad Militar de Venezuela
Según el ranking Global Firepower de 2025, Venezuela ocupa el puesto 50 en el mundo en términos de poder militar, siendo la séptima nación más fuerte de América Latina. A pesar de contar con una de las fuerzas armadas más grandes de la región, su efectividad ha sido comprometida por la crisis económica y la corrupción. El país ha realizado inversiones significativas en su infraestructura militar durante la bonanza petrolera, pero la situación actual plantea serias dudas sobre su capacidad operativa.
Las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB) están compuestas por el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, además de organizaciones paralelas como la Guardia Nacional y los Colectivos, que refuerzan la seguridad interna. Aunque Maduro afirma que hay más de 8 millones de milicianos y reservistas, analistas consideran que esta cifra es exagerada. Un informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos estima que hay alrededor de 123,000 efectivos activos, junto con 220,000 milicianos y 8,000 reservistas.
Durante los años de bonanza, Venezuela adquirió equipos militares de Rusia por más de 11,000 millones de dólares, incluyendo aviones Sukhoi y sistemas de misiles S-300VM. Sin embargo, la falta de mantenimiento y la corrupción han afectado la operatividad de estos equipos. La Fuerza Aérea, por ejemplo, cuenta con cazas F-16 y aviones de ataque ligero K-8, pero muchos de estos aviones no están en condiciones de volar.
La Armada venezolana, que opera en el Caribe y el Atlántico, tiene una flota de aproximadamente 76 buques y 20 aeronaves. Entre sus activos se encuentra un submarino SSK Sábalo y dos fragatas italianas. Sin embargo, la capacidad de la Armada para llevar a cabo operaciones efectivas es cuestionada por expertos, quienes señalan que la mayoría de los buques son obsoletos y carecen de la tecnología necesaria para enfrentar a una potencia militar como EE.UU.
### Análisis de la Situación Actual
La situación actual plantea un dilema para Maduro y su gobierno. Si bien el presidente ha intentado proyectar una imagen de fuerza y determinación, la realidad es que las Fuerzas Armadas de Venezuela enfrentan serios desafíos internos. La deserción de efectivos, la falta de recursos y el deterioro de la infraestructura militar son solo algunos de los problemas que afectan su capacidad de respuesta ante una posible agresión externa.
James Story, exembajador de EE.UU. en Venezuela, ha señalado que el ejército venezolano no es lo que solía ser. La deserción de militares hacia EE.UU. y la falta de motivación entre los efectivos que permanecen en el país son indicativos de un ejército debilitado. Story advierte que, aunque el ejército tiene algunos activos poderosos, como los aviones Sukhoi y los misiles rusos, su capacidad para llevar a cabo operaciones efectivas es limitada.
Además, la posibilidad de que grupos irregulares como las FARC o el ELN obtengan acceso a armamento militar plantea un riesgo significativo no solo para Venezuela, sino también para la estabilidad de la región. La situación es compleja y cualquier enfrentamiento militar podría desencadenar un caos en el país, lo que complicaría aún más la ya frágil situación política y social.
En resumen, la capacidad militar de Venezuela es un reflejo de su historia reciente, marcada por la inversión en armamento y la crisis económica. A medida que las tensiones con EE.UU. continúan, el futuro del país y su ejército se presenta incierto, con desafíos internos que podrían limitar su capacidad de respuesta ante cualquier amenaza externa.