Las secuelas del estallido social en Chile han dejado una huella profunda en diversos sectores de la sociedad, y uno de los casos más emblemáticos es el de la histórica Fuente Alemana, ubicada en Plaza Baquedano. Este restaurante, que ha sido un símbolo de la gastronomía chilena, ha enfrentado no solo la pérdida de ingresos, sino también un daño emocional significativo por la violencia y el caos que se desató en el país a partir de octubre de 2019.
**Demandas y Peritajes: Un Proceso Judicial Complicado**
En agosto de 2022, los propietarios de la Antigua Fuente presentaron una demanda contra el Estado de Chile, argumentando que este incumplió su deber de mantener el orden público durante las manifestaciones. La demanda busca una indemnización de $1.200 millones por daños morales y lucro cesante, alegando que el Estado dejó a la familia expuesta a saqueos y ataques incendiarios. Como parte del proceso judicial, se solicitó un peritaje psicológico para evaluar el daño psíquico que los demandantes aseguran haber sufrido.
El informe, elaborado por la psicóloga Pilar Navarrete, se centra en la evaluación de ocho miembros de la familia Siri, quienes han estado al frente del restaurante durante décadas. La evaluación abarcó a dos generaciones de la familia, y los resultados revelaron un impacto emocional devastador. El peritaje concluyó que el daño psicológico se debe a la violencia vivida, donde los miembros de la familia se sintieron desprotegidos y vulnerables, sin la intervención de las autoridades que deberían haber garantizado su seguridad.
Uno de los casos más preocupantes es el de Claudio Siri Iglesis, administrador del local, quien presenta un Trastorno de Estrés Postraumático Complejo (TEPT-C). Claudio relató cómo vivió bajo una constante amenaza, reforzando las cortinas del local y transportando grandes sumas de dinero en efectivo a través de calles bloqueadas. Su testimonio es desgarrador, describiendo cómo la combinación de la pérdida de un embarazo y el estallido social lo llevó a un estado de desesperanza y sufrimiento emocional.
**El Deterioro Económico y Emocional de la Antigua Fuente**
El informe también incluye la evaluación de otros miembros de la familia, como Carlos Siri Scolari, quien sufrió una agresión física durante las manifestaciones. Su experiencia lo llevó a desarrollar un trastorno por estrés agudo, con síntomas persistentes de ansiedad y crisis emocionales. A pesar de que logró continuar operando el restaurante, su afectación emocional fue evidente para quienes lo rodeaban.
La situación económica del restaurante ha sido igualmente alarmante. Un informe económico presentado por el contador auditor Rafael Ahumada muestra que los ingresos anuales de la Antigua Fuente han disminuido drásticamente desde 2019. Antes del estallido social, los ingresos fluctuaban entre $1.271 millones y $1.380 millones, pero en 2019 cayeron a $1.096 millones y, en 2020, durante la pandemia, se desplomaron a $269 millones. Aunque hubo una leve recuperación en 2021 y 2022, los ingresos aún están muy por debajo de los niveles anteriores al estallido.
El análisis contable también considera el lucro cesante, que se calcula en base a la diferencia entre los ingresos reales y los que se habrían obtenido si las condiciones hubieran permanecido estables. Este cálculo es fundamental para sustentar la demanda presentada por la familia Siri, que busca compensación por los daños sufridos.
La situación de la Antigua Fuente es un reflejo de cómo el estallido social no solo ha afectado la economía de los negocios, sino que también ha dejado cicatrices emocionales profundas en quienes han estado en el centro de la violencia. La combinación de pérdidas económicas y el trauma psicológico ha creado un panorama desolador para esta emblemática institución, que ha sido parte del tejido cultural chileno durante más de 60 años.
La historia de la Antigua Fuente es un recordatorio de que detrás de cada negocio hay personas cuyas vidas han sido alteradas por eventos fuera de su control. A medida que el país busca sanar y reconstruir, es crucial no olvidar las historias de aquellos que han sufrido las consecuencias de la violencia y la falta de protección institucional.