Bombo Fica, uno de los humoristas más reconocidos de Chile, ha compartido recientemente su experiencia sobre cómo su afiliación al Partido Comunista ha afectado su carrera. Conocido por su estilo único y su capacidad para conectar con el público, Fica ha enfrentado desafíos significativos debido a su postura política, lo que ha llevado a una reflexión profunda sobre la relación entre la política y el arte.
La revelación de su militancia en el Partido Comunista no fue bien recibida por todos. En una entrevista reciente, Fica explicó que su decisión de reinscribirse en el partido en 2017 generó una ola de críticas y consecuencias negativas en su carrera. «Me sacaron una foto y la subieron a las redes sociales, y mucha gente pensó que yo me había inscrito por primera vez en el partido, y yo era comunista desde que se legalizó el Partido Comunista en Chile», relató el humorista. Esta situación provocó que perdiera varios eventos programados, lo que le llevó a replantearse su enfoque profesional.
### La Reacción del Público y la Pérdida de Oportunidades
La reacción del público y de los organizadores de eventos fue inmediata y contundente. Fica mencionó que, tras la difusión de su afiliación política, se cancelaron alrededor de 17 presentaciones que tenía agendadas. «Yo tenía como 17 eventos y me bajaron de todos», afirmó, reflejando la frustración que sintió ante la situación. Esta cancelación no solo afectó su economía, sino que también puso en riesgo su reputación en el mundo del espectáculo.
El impacto de su militancia no se limitó a Chile. Fica compartió que incluso perdió la oportunidad de actuar en Miami en un evento solidario para Caritas Chile. «Me bajaron porque era comunista (…) ¿Cómo vas a traer a un comunista, traidor de la patria?», recordó, evidenciando cómo la política puede influir en la percepción pública de un artista. La etiqueta de «traidor de la patria» es un estigma que muchos artistas enfrentan al expresar sus creencias políticas, y Fica no fue la excepción.
### Reinventándose en el Escenario
A pesar de los obstáculos, Bombo Fica encontró una manera de reinventarse. En lugar de rendirse ante la adversidad, decidió regresar a sus raíces y actuar en circos, donde sentía que podía conectar mejor con el pueblo. «Fui a actuar a los circos, porque ahí está el pueblo, y el pueblo no está ni ahí con la hue…», comentó. Esta decisión marcó un cambio significativo en su carrera, permitiéndole volver a establecer una conexión auténtica con su audiencia.
Además de los circos, Fica comenzó a explorar nuevas oportunidades en teatros y casinos, alejándose de los eventos corporativos que habían sido su principal fuente de ingresos. Esta transición no solo le permitió diversificar su carrera, sino que también le ayudó a reafirmar su identidad como artista comprometido con su público. «Después empecé a hacer teatros, casinos y me reinventé, y no fui más a los eventos de empresas, chao», expresó, mostrando su determinación por adaptarse a las circunstancias.
La historia de Bombo Fica es un recordatorio de cómo la política puede influir en la vida de los artistas y cómo, a pesar de las adversidades, es posible encontrar nuevas formas de expresión y conexión con el público. Su experiencia resuena con muchos otros artistas que han enfrentado desafíos similares, y su capacidad para adaptarse es un testimonio de su resiliencia y creatividad.
En un mundo donde la política y el arte a menudo se entrelazan, la historia de Bombo Fica destaca la importancia de la autenticidad y la conexión con el público. A medida que continúa su carrera, su viaje servirá como inspiración para otros que buscan navegar por las complejidades de la vida pública y la expresión artística en un contexto político cambiante.