En el mundo de la gastronomía, las historias de éxito a menudo son inspiradoras y sorprendentes. Este es el caso de Andrea Ortiz, una joven chilena que ha capturado la atención de muchos tras convertirse en la ganadora del popular programa de televisión «Is It Cake?» en Canadá. Este programa, que desafía a los concursantes a crear pasteles que se asemejen a objetos cotidianos, ha sido un trampolín para Andrea, quien ha compartido su experiencia y su amor por la pastelería con el mundo.
### Un Viaje de Pasión y Dedicación
Desde pequeña, Andrea Ortiz estuvo rodeada de la magia de la cocina. En su hogar, la pastelería era una tradición familiar, donde su madre y su tía eran las encargadas de hornear los pasteles para las celebraciones. Sin embargo, a pesar de esta influencia, Andrea no siempre tuvo claro que quería seguir este camino. En una reciente entrevista, compartió que, aunque sus padres esperaban que eligiera una carrera más convencional, como la ingeniería o la abogacía, ella decidió seguir su pasión por la gastronomía.
«La pastelería siempre estuvo presente en mi vida por parte de mi mamita y de mi tía. Ellas siempre fueron las que hornearon nuestros pasteles de cumpleaños y todas esas cositas ricas. Pero francamente decidí estudiar gastronomía porque yo no encontraba mi veta en lo tradicional, que es lo que se espera de los chilenos», explicó Andrea. Esta decisión no fue fácil, pero su determinación la llevó a inscribirse en una escuela de gastronomía, donde comenzó a desarrollar sus habilidades en la cocina.
La joven chilena se trasladó a Canadá en busca de nuevas oportunidades y un entorno que le permitiera explorar su creatividad. En este nuevo país, Andrea encontró un espacio donde podía experimentar con diferentes técnicas y estilos de pastelería, lo que la llevó a participar en el programa «Is It Cake?». Su participación en el show no solo fue un desafío, sino también una plataforma para mostrar su talento y creatividad al mundo.
### La Experiencia en «Is It Cake?»
El programa «Is It Cake?» ha ganado popularidad por su formato único, donde los concursantes deben engañar a los jueces creando pasteles que se asemejen a objetos reales. Andrea Ortiz se destacó en la competencia, ganando su ronda inicial con una creación inspirada en ositos de goma, y luego avanzando a la final con un impresionante pastel que representaba a un Grim Reaper. Su habilidad para transformar ideas en deliciosas obras de arte fue clave para su éxito.
«Fue una experiencia súper bacán y enriquecedora, porque conocí a mucha gente allá y después nos hicimos amigos», comentó Andrea sobre su tiempo en el programa. A pesar de la presión y la competencia, ella se centró en disfrutar el proceso y aprender de los demás concursantes. La joven no se esperaba ganar, y su reacción al recibir el premio fue de sorpresa y gratitud. «Fui con la intención de pasarlo bien, yo estaba agradecida por el hecho de estar ahí», agregó.
El premio que recibió no solo representa un reconocimiento a su talento, sino también una oportunidad para avanzar en su carrera. Sin embargo, Andrea ha sido honesta sobre los desafíos que enfrenta al considerar abrir su propio negocio en Vancouver, donde el costo de vida es elevado. «La verdad, aquí en Vancouver es complejo, porque la renta es muy cara. De tener un negocio, me gustaría tenerlo como en el centro, pero no sé si es algo con lo que quiero lidiar en este momento», reflexionó.
### Diferencias Culturales en la Pastelería
Una de las observaciones más interesantes que Andrea ha hecho desde su llegada a Canadá es la diferencia en la cultura de la pastelería entre Chile y su nuevo hogar. En su experiencia, ha notado que algunos ingredientes y tradiciones que son comunes en Chile no son tan conocidos en Canadá. Por ejemplo, mencionó que «de partida, no conocen el manjar», un dulce de leche que es un favorito en la repostería chilena.
Esta falta de familiaridad con ciertos sabores ha llevado a Andrea a experimentar y adaptar sus recetas, fusionando elementos de ambas culturas. Su enfoque innovador no solo la ha ayudado a destacarse en el programa, sino que también le ha permitido explorar su identidad como chef. La pastelería se convierte así en un puente entre su hogar y su nueva vida en Canadá, permitiéndole compartir su herencia cultural a través de sus creaciones.
La historia de Andrea Ortiz es un testimonio del poder de seguir las pasiones y la importancia de la perseverancia. Su éxito en «Is It Cake?» no solo la ha catapultado a la fama, sino que también ha abierto puertas a nuevas oportunidades en el mundo de la gastronomía. A medida que continúa su viaje, Andrea se convierte en un ejemplo inspirador para otros jóvenes que buscan seguir sus sueños, sin importar cuán desafiantes puedan parecer.