El próximo 16 de noviembre, Chile se prepara para un evento electoral crucial que podría redefinir el panorama político del país. En esta fecha, se renovará la mitad del Senado y la totalidad de la Cámara de Diputados, lo que ha generado un ambiente de expectación y, en algunos sectores, de inquietud. La sensación entre varios parlamentarios oficialistas es que la marca «republicanos» está ganando terreno en sus respectivas circunscripciones, lo que recuerda a la segunda elección de consejeros constitucionales de mayo de 2023, donde el partido de José Antonio Kast se posicionó como la primera fuerza política.
### La Campaña y el Contexto Electoral
A medida que se acerca la fecha de las elecciones, la campaña presidencial de Jeannette Jara ha mostrado un despliegue desigual. Aunque ha encabezado actos masivos en ciudades como Concepción, donde reunió a más de 6,500 personas, la percepción general es que su presencia en los distritos ha sido limitada. Esto contrasta con la creciente visibilidad de los candidatos de la derecha, quienes están logrando captar la atención de los votantes.
Con un total de ocho candidatos presidenciales en la contienda, la competencia se intensifica. La derecha se presenta con cuatro candidatos: Kast, Evelyn Matthei (Chile Vamos), Franco Parisi (Partido de la Gente) y Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario). Esta diversidad en las listas podría jugar a favor de la oposición, ya que algunos expertos electorales, como Pepe Auth, sugieren que la derecha tiene una alta probabilidad de obtener la mayoría en ambas cámaras, además de ganar la presidencial.
El análisis de las proyecciones electorales indica que la derecha podría mantener o incluso aumentar su actual mayoría en el Senado, eligiendo entre 12 y 13 de los 23 escaños en disputa, y conquistar la Cámara Baja con cerca de 80 diputados. Esto se debe, en parte, a la fragmentación del oficialismo, que se presenta en dos listas que compiten entre sí, lo que podría debilitar su fuerza electoral.
### Proyecciones y Estrategias de la Derecha
Las proyecciones de voto han sido objeto de análisis por diversas encuestadoras y centros de estudios. Factoría Pública, por ejemplo, ha estimado que la lista que apoya a Matthei podría obtener 56 asientos, mientras que la de Kast y Kaiser sumaría 28, alcanzando un total de 84 legisladores, superando así la mayoría simple de 78 escaños. Por otro lado, el pacto oficialista «Unidad por Chile» podría ser el más votado, pero con solo 71 diputados, lo que no sería suficiente para contrarrestar el avance de la derecha.
El factor presidencial también juega un papel crucial en este escenario. La capacidad de un candidato para atraer votos puede influir significativamente en el resultado de las elecciones parlamentarias. La fragmentación de la oposición y la competencia interna entre las listas de la derecha podrían ser determinantes en el resultado final. La estrategia de Kast de unirse a fuerzas más tradicionales de la derecha, como los socialcristianos y los nacional-libertarios, busca consolidar un bloque que pueda llevar a cabo cambios significativos en el Congreso.
Sin embargo, la situación no es tan sencilla. La fragmentación del oficialismo y la falta de una lista unificada han generado frustración en algunos sectores, que ven en esta división una oportunidad perdida para asegurar una mayoría en el Senado y la Cámara de Diputados. La salida de senadores emblemáticos, como Juan Antonio Coloma y Francisco Chahuán, también plantea un desafío para la derecha, que deberá enfrentar un Congreso más fragmentado y con menos experiencia.
### La Fragmentación del Oficialismo y sus Consecuencias
El oficialismo, por su parte, enfrenta un panorama complicado. La división en dos listas ha debilitado su capacidad de competir de manera efectiva contra la oposición. A pesar de que algunos analistas sugieren que la lista unificada podría haber asegurado una mayoría en el Senado, la realidad es que la fragmentación ha permitido a la derecha capitalizar el descontento y la incertidumbre en el electorado.
Las proyecciones indican que, si el oficialismo no logra consolidar su apoyo, podría enfrentar una derrota significativa en las elecciones. La incertidumbre en torno a la candidatura de Jara y las tensiones internas dentro de la coalición han generado un ambiente de desconfianza que podría afectar la movilización de sus bases.
En este contexto, la figura de Kast se ha vuelto central. Su llamado a la unidad y su capacidad para atraer a votantes de diferentes sectores de la derecha podrían ser determinantes en el resultado electoral. Kast ha enfatizado la importancia de contar con un parlamento que siga un lineamiento claro, lo que podría facilitar la implementación de sus propuestas de gobierno.
A medida que se acerca la fecha de las elecciones, el clima político en Chile se torna cada vez más tenso. La posibilidad de un «hat-trick» de la derecha, es decir, un triunfo en la presidencia y en ambas cámaras, es un escenario que, aunque inédito desde el retorno a la democracia, se presenta como una posibilidad real. Sin embargo, la fragmentación interna y la falta de cohesión en el oficialismo podrían jugar un papel crucial en el desenlace de esta contienda electoral.