El tema de las contribuciones de bienes raíces ha resurgido con fuerza en el debate político chileno, especialmente en el contexto de las próximas elecciones presidenciales. Este impuesto, que afecta a millones de propietarios en el país, ha sido objeto de propuestas y críticas por parte de los principales candidatos. En este artículo, exploraremos las diferentes posturas de los candidatos y el impacto que estas propuestas podrían tener en la población y en la recaudación municipal.
La situación actual de las contribuciones inmobiliarias es compleja. Según datos del Servicio de Impuestos Internos (SII), hay aproximadamente 8.862.697 propiedades registradas en Chile, de las cuales 5,6 millones son habitacionales. De estas, un 77,3% está exento de contribuciones, lo que significa que solo 1,3 millones de propiedades están sujetas a este impuesto. La recaudación total de las contribuciones asciende a $366.403 millones semestrales, que se destinan a financiar los municipios del país. Sin embargo, la distribución de estos recursos no es equitativa, ya que el 60% de la recaudación se destina a un Fondo Común Municipal, mientras que las comunas más acomodadas reciben un porcentaje mayor de lo que aportan.
### Propuestas de los Candidatos de Derecha
Los candidatos de la derecha han adoptado una postura clara en cuanto a las contribuciones inmobiliarias: buscan eliminar este impuesto, especialmente para la primera vivienda. José Antonio Kast, del Partido Republicano, ha afirmado que las contribuciones son un «castigo injusto» para las familias que ya han realizado un esfuerzo significativo para adquirir su hogar. Kast propone eliminar las contribuciones para la primera vivienda, argumentando que el hogar familiar no debería ser una fuente de recaudación para el Estado.
Por su parte, Johannes Kaiser, del Partido Libertario, también se ha manifestado en contra de las contribuciones, proponiendo una eliminación gradual del impuesto. Kaiser sostiene que este impuesto representa un abuso hacia quienes han invertido en propiedades y que debería ser desactivado, comenzando por los adultos mayores. Esta propuesta se alinea con la visión de muchos en la derecha que consideran que el Estado no debería gravar la propiedad privada de quienes ya han pagado impuestos por ella.
### Perspectivas de la Centroizquierda y Otras Propuestas
En contraste, los candidatos de la centroizquierda han defendido la importancia de las contribuciones como un mecanismo redistributivo que permite financiar servicios esenciales en las comunas más necesitadas. Jeannette Jara, del Partido Comunista, ha argumentado que, aunque un alto porcentaje de propiedades está exento de contribuciones, la recaudación es crucial para la justicia territorial. Jara sostiene que el impuesto permite que comunas con menos recursos puedan invertir en infraestructura y servicios básicos, como salud y educación.
Carolina Tohá, del Socialismo Democrático, también defiende la continuidad de las contribuciones, enfatizando su carácter progresivo y su papel en la equidad territorial. Tohá propone, sin embargo, la creación de una mesa técnica para revisar los criterios de reavalúo de propiedades, especialmente en el caso de las agrícolas, con el fin de garantizar que el impuesto no se convierta en una carga excesiva para los propietarios.
Gonzalo Winter, del Frente Amplio, ha planteado la necesidad de revisar el cálculo y cobro del impuesto territorial, sugiriendo que se podrían establecer exenciones para grupos específicos, como adultos mayores con ingresos limitados. Winter advierte que cualquier modificación debe hacerse con cautela para no afectar la recaudación municipal, que es vital para las comunas de menores ingresos.
### Implicaciones de las Propuestas
Las propuestas sobre las contribuciones inmobiliarias reflejan una división clara entre los candidatos de derecha y centroizquierda. Mientras que la derecha busca eliminar el impuesto, argumentando que es una carga injusta, la centroizquierda defiende su existencia como un mecanismo necesario para financiar el desarrollo local y la equidad social. Esta discusión no solo es relevante para los candidatos, sino que también tiene un impacto directo en la vida de millones de chilenos que son propietarios de viviendas.
La eliminación de las contribuciones podría significar un alivio financiero para muchas familias, especialmente aquellas de clase media y mayores, que ven este impuesto como una carga adicional. Sin embargo, también plantea la cuestión de cómo se financiarían los servicios municipales esenciales si se reduce drásticamente la recaudación de este impuesto. Las propuestas de los candidatos reflejan diferentes visiones sobre el rol del Estado en la economía y la justicia social, y el resultado de estas elecciones podría tener un impacto duradero en la política fiscal del país.
A medida que se acercan las elecciones, será crucial que los votantes consideren no solo las promesas de los candidatos, sino también las implicaciones a largo plazo de sus propuestas sobre las contribuciones inmobiliarias. La discusión sobre este impuesto es un reflejo de las tensiones más amplias en la sociedad chilena sobre la propiedad, la justicia social y el papel del Estado en la vida de sus ciudadanos.