Uno de los momentos más tensos en la reciente Cuenta Pública del Presidente Gabriel Boric fue su referencia al proyecto de despenalización del aborto, un tema que ha generado intensos debates en la sociedad chilena. Durante su discurso, el Mandatario destacó la importancia de abordar este asunto desde una perspectiva de derechos humanos, enfatizando que el aborto no debería ser tratado como un acto criminal. «Hemos ingresado a este Congreso un proyecto de ley que termina con la ilegalidad y la penalización del aborto», afirmó Boric, subrayando que es fundamental reconocer la realidad que enfrentan muchas mujeres en el país.
El Presidente hizo hincapié en que, a lo largo de los años, las mujeres que han optado por abortar han sido estigmatizadas y tratadas como criminales. «Son miles de mujeres al año, aunque no las quieran ver, y se les ha obligado a la clandestinidad», expresó. Esta afirmación resuena con la experiencia de muchas mujeres que, debido a la falta de acceso a servicios seguros y legales, se ven forzadas a recurrir a métodos peligrosos que ponen en riesgo su salud y su vida. Boric también destacó que solo un pequeño porcentaje de mujeres tiene los recursos y contactos necesarios para acceder a abortos seguros, lo que deja a la mayoría en una situación vulnerable.
El discurso del Presidente no solo buscaba informar sobre el proyecto de ley, sino también hacer un llamado a la reflexión y al diálogo. «Lo que le quiero pedir a este Congreso es que en la tremenda diversidad de opiniones sobre la propuesta de legalizar el aborto con plazo que hemos ingresado, no se nieguen a la discusión», solicitó. Sin embargo, sus palabras fueron recibidas con abucheos por parte de algunos parlamentarios, lo que evidenció la polarización que este tema genera en el ámbito político.
La respuesta del Presidente a los abucheos fue clara: «Esta diversidad que se expresa hoy día en el Parlamento tiene que analizarse de manera civilizada, discutiendo, no vetando la discusión y no negándole el derecho de las mujeres a decidir». Con estas palabras, Boric buscó reafirmar la importancia de un debate democrático y respetuoso, donde todas las voces, especialmente las de las mujeres, sean escuchadas y consideradas.
### La Reacción del Congreso y la Sociedad
La reacción en el Congreso fue inmediata y variada. Algunos parlamentarios, como el diputado Johannes Kaiser, abandonaron la sala en señal de desacuerdo, mientras que otros expresaron su apoyo a la postura del Presidente. Este episodio refleja la profunda división que existe en la política chilena en torno a la despenalización del aborto, un tema que ha sido objeto de controversia durante años.
En la sociedad, la despenalización del aborto también genera opiniones encontradas. Por un lado, hay un creciente movimiento que aboga por los derechos reproductivos de las mujeres, argumentando que el acceso a un aborto seguro y legal es una cuestión de salud pública y derechos humanos. Por otro lado, hay sectores que se oponen firmemente a la despenalización, basándose en creencias religiosas y morales que consideran que la vida comienza en la concepción.
La discusión sobre el aborto en Chile no es nueva, pero ha cobrado fuerza en los últimos años, especialmente con la llegada de un gobierno que se identifica con una agenda progresista. La propuesta de Boric de despenalizar el aborto hasta cierto plazo se enmarca en un contexto más amplio de reformas sociales que buscan avanzar en derechos de género y equidad.
### Implicaciones para el Futuro
La despenalización del aborto no solo tiene implicaciones legales, sino que también podría transformar la manera en que se aborda la salud reproductiva en el país. Si se aprueba el proyecto de ley, se espera que se reduzcan los riesgos asociados a abortos clandestinos y que se brinde a las mujeres un acceso más seguro a servicios de salud. Además, podría sentar un precedente importante para otras reformas en el ámbito de los derechos reproductivos.
Sin embargo, el camino hacia la despenalización no será fácil. La resistencia de ciertos sectores políticos y sociales podría obstaculizar el avance de la propuesta. La capacidad del gobierno para fomentar un diálogo constructivo y abierto será crucial para superar las barreras y lograr un consenso que permita avanzar en este tema tan delicado.
El debate sobre la despenalización del aborto en Chile es un reflejo de las tensiones sociales y políticas que enfrenta el país. A medida que la discusión avanza, será fundamental seguir de cerca las reacciones tanto en el Congreso como en la sociedad civil, ya que el resultado de este proceso podría tener un impacto significativo en la vida de miles de mujeres en Chile.