La emblemática empresa chilena Falabella, fundada en 1889, se encuentra en un momento crucial de su historia. A partir del 1 de julio de 2025, la compañía dejará de tener un grupo controlador, lo que marca el inicio de una nueva era en su estructura accionarial. Este cambio se produce tras la expiración de un pacto de accionistas que ha regido la gobernanza de la empresa durante más de dos décadas. Este artículo explora las implicaciones de este cambio y las dinámicas de poder que se están gestando entre las familias accionistas.
### La Estructura Accionarial y el Fin de un Pacto
Falabella ha sido tradicionalmente controlada por un grupo de siete familias que, al cierre de 2024, poseían el 66,63% de la propiedad. Este pacto, que se firmó inicialmente en 2003 y se renovó en 2013, ha permitido a estas familias mantener un control colectivo sobre la empresa. Sin embargo, la relación entre ellas se ha deteriorado en los últimos años, especialmente tras los resultados financieros decepcionantes de 2022 y 2023. La falta de consenso y la lucha por el poder han llevado a las familias a decidir actuar de manera independiente en el futuro.
Con el fin del pacto, cada familia podrá tomar decisiones sobre sus acciones sin la necesidad de consultar a las demás, lo que podría llevar a una fragmentación en la propiedad de la empresa. Por ejemplo, el grupo Auguri, liderado por Cecilia Karlezi, posee el 12,73% de las acciones, mientras que el grupo Dersa, compuesto por los hermanos Del Río Goudie, tiene el 14,38%. Esta diversidad en la propiedad podría resultar en una mayor competencia entre las familias por influir en la dirección de la empresa.
### La Lucha por el Control y el Futuro de Falabella
A medida que se acerca la fecha de finalización del pacto, las familias están comenzando a posicionarse para la lucha por el control de Falabella. La próxima junta de accionistas, programada para abril de 2026, será un momento clave para determinar quién tendrá la mayoría en el directorio de la empresa. Actualmente, la triada Solari Donaggio, Karlezi y Cortés suma un 35,2% de los votos, lo que les asegura cuatro de los nueve puestos en el directorio. Sin embargo, la llegada de nuevos accionistas, como la familia Müller y la familia Fürst, que poseen el 8% en conjunto, podría alterar el equilibrio de poder.
El nuevo escenario también plantea preguntas sobre la estrategia futura de Falabella. Algunos accionistas creen que la recuperación de la empresa, que ha visto un aumento del 59,77% en sus acciones en 2023, se debe a las decisiones tomadas por el nuevo presidente, Enrique Ostalé, quien asumió el cargo tras la salida de Carlo Solari. Otros, sin embargo, argumentan que la mejora se debe a factores externos, como la recuperación de la demanda tras la pandemia y la mejora en el negocio bancario de la empresa.
La narrativa sobre el futuro de Falabella está dividida. Mientras algunos ven el cambio de liderazgo como un giro positivo, otros sostienen que la empresa aún no ha realizado cambios significativos en su modelo de negocio y que su posición frente a competidores como Mercado Libre sigue siendo débil. La presión por adaptarse a un entorno de mercado en constante cambio será un desafío crucial para la empresa en los próximos años.
### Nuevos Desafíos y Oportunidades
El fin del pacto de accionistas también significa que las familias tendrán más libertad para comprar y vender acciones, lo que podría llevar a una mayor volatilidad en el precio de las acciones de Falabella. Algunos analistas sugieren que esto podría resultar en una presión a la baja en el precio de las acciones si varias familias deciden deshacerse de sus participaciones. Por otro lado, la posibilidad de que algunas familias busquen aumentar su participación podría llevar a una consolidación de poder en manos de unos pocos.
La llegada de los nuevos accionistas, los Müller y los Fürst, añade una nueva dimensión a esta dinámica. Aunque han expresado su deseo de mantener independencia y no formar parte de ningún pacto, su experiencia en el sector y sus conexiones podrían influir en el futuro de Falabella. La posibilidad de que se alineen con uno de los bandos existentes en la lucha por el control es un factor que todos los accionistas deberán considerar.
En resumen, Falabella se encuentra en un punto de inflexión. Con el fin del pacto de accionistas, las familias deben navegar un nuevo paisaje de poder y estrategia. La próxima junta de accionistas será un momento decisivo que definirá el rumbo de la empresa en los años venideros. Las decisiones que se tomen en los próximos meses no solo afectarán la estructura de poder dentro de Falabella, sino que también determinarán su capacidad para competir en un mercado cada vez más desafiante.