En la actualidad, la dinámica de la vivienda en Santiago de Chile refleja un marcado contraste entre dos generaciones jóvenes: los millennials y los centennials. Mientras que los primeros, nacidos entre 1982 y 1994, han encontrado su lugar en las zonas más céntricas de la capital, los centennials, que abarcan a aquellos nacidos entre 1995 y 2010, tienden a buscar opciones más alejadas del centro. Este fenómeno no solo revela las preferencias de cada grupo, sino que también plantea importantes desafíos para la planificación urbana y el desarrollo inmobiliario en la región metropolitana.
**Preferencias de los Millennials: Centro y Conectividad**
Los millennials, que actualmente tienen entre 31 y 43 años, han estado activos en el mercado laboral durante varios años, lo que les ha permitido acumular un mayor poder adquisitivo. Según un estudio demográfico realizado por AGS Visión Inmobiliaria, esta generación muestra una clara preferencia por vivir en comunas céntricas como Santiago, Providencia, Ñuñoa, San Miguel, Macul, Independencia y Estación Central. Estas áreas son valoradas por su alta centralidad urbana, que ofrece proximidad a polos laborales, buena conectividad y acceso a servicios esenciales.
David Briones, jefe de asesoría estratégica de AGS, explica que la elección de estas comunas se debe a la búsqueda de un estilo de vida que prioriza la cercanía a espacios públicos, áreas verdes y centros de equipamiento. Además, el desarrollo de proyectos inmobiliarios en estas zonas ha sido atractivo para los millennials, quienes buscan tanto arriendos como la posibilidad de adquirir una vivienda propia. Las comunas de Recoleta y Quinta Normal también han ganado popularidad entre este grupo, gracias a su accesibilidad al transporte público y a la oferta de servicios.
**Centennials: La Búsqueda de Espacios Más Asequibles**
Por otro lado, los centennials, que actualmente tienen entre 15 y 30 años, enfrentan una realidad económica diferente. Muchos de ellos aún están en formación académica o iniciando su vida laboral, lo que limita su capacidad de endeudamiento y acceso a viviendas en las zonas más céntricas. Como resultado, esta generación tiende a concentrarse en comunas más alejadas como Puente Alto, Maipú, San Bernardo, Pudahuel y Quilicura, donde los costos de arriendo y compra son más accesibles.
El informe de AGS señala que la situación económica de los centennials, junto con el aumento de modalidades de trabajo como el teletrabajo, ha influido en su decisión de residir cerca de sus núcleos familiares o en la vivienda de sus padres. En estas comunas, el valor promedio de arriendo de departamentos oscila entre 11 y 12 UF, mientras que las casas se encuentran entre 16 y 17 UF, lo que resulta más atractivo para este grupo.
**Comparativa de Costos de Vivienda**
La diferencia en los costos de vivienda entre ambas generaciones es notable. Para los millennials, los precios de arriendo de departamentos varían desde 10 UF en comunas como San Joaquín hasta 22 UF en Providencia. En el caso de las casas, Macul ofrece los arriendos más económicos a 22 UF, mientras que Providencia se sitúa en el extremo opuesto con casi 60 UF.
En contraste, los centennials encuentran en comunas como Puente Alto y Maipú una opción más viable, donde los precios son considerablemente más bajos. Esto ha llevado a un aumento en la población joven en estas áreas, especialmente entre los 18 y 22 años, quienes buscan reducir costos y, en muchos casos, compartir vivienda con familiares.
**Desafíos Urbanos y Futuro de la Vivienda**
La creciente brecha entre las preferencias de vivienda de millennials y centennials plantea desafíos significativos para la planificación urbana en Santiago. AGS Visión Inmobiliaria advierte que es crucial abordar estas diferencias para garantizar un desarrollo metropolitano que responda a las necesidades de ambas generaciones. La oferta futura de proyectos residenciales deberá adaptarse a las demandas de estos grupos, considerando factores como la accesibilidad económica, la conectividad y la disponibilidad de servicios.
Las comunas que logran equilibrar la oferta de viviendas y la accesibilidad, como La Florida y San Joaquín, se presentan como ejemplos de cómo se puede atraer a ambas generaciones. En estas áreas, el incremento de la oferta residencial ha permitido establecer precios más competitivos y mejorar la conectividad al transporte público.
En resumen, la dinámica de la vivienda en Santiago refleja no solo las preferencias de los millennials y centennials, sino también las realidades económicas y sociales que enfrentan. A medida que ambas generaciones continúan evolucionando, será fundamental que las políticas urbanas y los desarrollos inmobiliarios se alineen con sus necesidades y expectativas, asegurando un futuro más inclusivo y sostenible para todos los habitantes de la capital chilena.
