En un operativo policial sin precedentes, la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de Tocopilla, en colaboración con la Fiscalía Local, logró desarticular un clan familiar que operaba en el tráfico de drogas en la región. La operación, conocida como «Operación Luly», se llevó a cabo el 7 de octubre de 2025 y resultó en la detención de cuatro individuos, tres mujeres y un hombre, todos chilenos, con edades comprendidas entre los 22 y 47 años. Uno de los detenidos ha sido identificado como el líder del grupo, encargado de coordinar las actividades delictivas en la comuna.
### Detalles del Operativo
El operativo se desarrolló tras una exhaustiva investigación que apuntaba a la infracción de la Ley 20.000 sobre drogas y la Ley de Armas N°17.798. Durante la acción policial, se realizaron allanamientos en tres domicilios que servían como puntos de acopio y distribución de sustancias ilícitas. En uno de estos lugares, se encontró una puerta reforzada que evidenciaba la precaución del clan ante posibles intervenciones policiales.
Las autoridades incautaron más de 1,6 kilos de diferentes tipos de drogas, incluyendo cannabis, cocaína base y clorhidrato de cocaína. Además, se decomisaron 681 gramos de sustancias químicas que se utilizan para aumentar el volumen de las drogas, lo que indica la sofisticación de las operaciones del clan. También se encontró una pistola Glock modelo 17, que había sido ingresada clandestinamente al país, junto con 48 cartuchos calibre 9 mm, dinero en efectivo, teléfonos celulares, y registros de ventas que documentaban las transacciones delictivas.
El subprefecto Aldo Cornejo, jefe de la Bicrim Tocopilla, destacó la importancia de este operativo, señalando que es el resultado de un trabajo analítico y planificado que busca neutralizar focos de microtráfico que afectan la seguridad de los vecinos. La PDI reafirma su compromiso con la comunidad, implementando estrategias efectivas para combatir el tráfico de drogas y el uso de armas de fuego.
### Impacto en la Comunidad
La desarticulación de este clan familiar es un paso significativo en la lucha contra el narcotráfico en Tocopilla, una comuna que ha enfrentado serios problemas relacionados con el tráfico de drogas en los últimos años. La presencia de organizaciones criminales no solo afecta la seguridad pública, sino que también tiene un impacto negativo en la calidad de vida de los residentes. La comunidad ha expresado su preocupación por el aumento de la violencia y la inseguridad, lo que ha llevado a un llamado a las autoridades para que intensifiquen sus esfuerzos en la lucha contra el crimen organizado.
La operación también ha puesto de manifiesto la necesidad de una mayor colaboración entre las fuerzas de seguridad y la comunidad. Los vecinos han sido alentados a reportar cualquier actividad sospechosa y a colaborar con las autoridades para prevenir el delito. La participación activa de la comunidad es fundamental para crear un entorno más seguro y reducir la incidencia del tráfico de drogas.
El impacto de la «Operación Luly» va más allá de la detención de los involucrados. La incautación de armas y drogas también envía un mensaje claro a otros grupos delictivos que operan en la región: las autoridades están comprometidas en erradicar el tráfico de drogas y garantizar la seguridad de los ciudadanos. Este tipo de operativos son esenciales para desmantelar redes criminales que han estado operando con impunidad.
La PDI ha manifestado que continuará con sus investigaciones y que se están llevando a cabo más operativos en otras áreas donde se sospecha que existen actividades delictivas similares. La lucha contra el narcotráfico es un desafío constante, pero con el apoyo de la comunidad y la implementación de estrategias efectivas, se espera que se logren avances significativos en la reducción del crimen organizado en la región.
En resumen, la desarticulación de este clan familiar en Tocopilla representa un avance importante en la lucha contra el tráfico de drogas en Chile. Las autoridades están decididas a seguir trabajando en conjunto con la comunidad para garantizar un entorno más seguro y libre de delitos relacionados con las drogas. La colaboración entre la policía y los ciudadanos es clave para enfrentar este problema y construir un futuro más seguro para todos.