La Selección chilena femenina ha vivido un torneo de Copa América lleno de altibajos, culminando en una amarga derrota ante Paraguay que dejó a las jugadoras sin la posibilidad de clasificar a los Juegos Panamericanos de Lima 2027. Este resultado se suma a la reciente eliminación del equipo en la carrera hacia los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, lo que ha generado un clima de incertidumbre y desilusión en el entorno del fútbol femenino chileno.
### Un partido decisivo lleno de presión
El encuentro contra Paraguay se presentó como una oportunidad crucial para el equipo dirigido por Luis Mena. Tras la dolorosa derrota ante Uruguay, las expectativas eran altas, y el objetivo claro: obtener el último boleto disponible para los Juegos Panamericanos. Sin embargo, el inicio del partido fue complicado. Las chilenas no lograron establecer su juego y se vieron sometidas a la presión del equipo guaraní, que mostró una actitud decidida desde el primer minuto.
A pesar de que el control del balón era mayormente para Chile, las ocasiones de peligro eran escasas. La portera Antonia Canales tuvo que intervenir en varias ocasiones, destacándose con una gran atajada tras un tiro desviado de Fernanda Pinilla. La primera parte del encuentro se cerró con un empate sin goles, pero con Paraguay mostrando más agresividad en el ataque.
El segundo tiempo trajo consigo un cambio en la actitud de La Roja. Las jugadoras salieron al campo con una mentalidad renovada, buscando desesperadamente el gol que les diera la ventaja. Sonya Keefe y Anaís Álvarez estuvieron cerca de abrir el marcador, pero la defensa paraguaya se mantuvo firme. A medida que el tiempo avanzaba, la tensión aumentaba, y las chilenas comenzaron a pensar en la posibilidad de llegar a los penales si el empate se mantenía.
### Un desenlace inesperado
Cuando el partido parecía encaminarse a una tanda de penales, el destino les tenía reservado un final cruel. En el minuto 90+1, Camila Arriet lanzó un potente disparo que se estrelló en el palo y terminó ingresando en la portería chilena, dejando a las jugadoras y al cuerpo técnico en estado de shock. La derrota por 1-0 significó no solo la eliminación del torneo, sino también la frustración de no haber podido cumplir con los objetivos trazados.
Este resultado ha generado una serie de interrogantes sobre el futuro del equipo. Las dudas sobre la preparación y la estrategia del cuerpo técnico se han intensificado, especialmente con el inicio de las Clasificatorias para el Mundial de Brasil 2027 a la vuelta de la esquina. La falta de resultados positivos en competencias internacionales ha puesto en tela de juicio la dirección que está tomando el fútbol femenino en Chile.
El camino hacia la recuperación será largo y complicado. Las jugadoras deberán reflexionar sobre sus actuaciones y aprender de los errores cometidos en este torneo. La presión aumentará en los próximos meses, ya que la afición espera ver un cambio significativo en el rendimiento del equipo. La historia del fútbol femenino chileno está llena de desafíos, y este es solo uno más en el camino hacia la consolidación de un equipo competitivo a nivel internacional.
La Selección Femenina de Chile ha demostrado tener talento y potencial, pero es evidente que se necesita un enfoque renovado y una preparación más sólida para enfrentar los retos venideros. La afición y los expertos en el deporte esperan que el cuerpo técnico tome las decisiones adecuadas para fortalecer al equipo y devolver la confianza a las jugadoras, quienes han mostrado un gran compromiso y pasión por representar a su país.
La Copa América ha sido un espejo que refleja tanto los logros como las falencias del fútbol femenino en Chile. La desilusión de este torneo puede ser el catalizador necesario para un cambio positivo, donde se priorice el desarrollo y la formación de las futuras generaciones de futbolistas. La historia continúa, y el próximo capítulo se escribirá en las Clasificatorias, donde la Selección Femenina de Chile buscará redimirse y demostrar que puede competir al más alto nivel.