La desaparición de Matilde Abarca Ugarte, una mujer de 71 años, ha conmocionado a la comunidad de San Antonio, en la región de Valparaíso. Desde el momento en que salió del Eleam Divina Providencia, el pasado 13 de julio, su familia y las autoridades han estado en una carrera contra el tiempo para encontrarla. Este caso ha puesto de manifiesto la importancia de la colaboración entre la comunidad y las fuerzas del orden en situaciones de emergencia.
La hija de Matilde, Carolina Cepeda, ha estado al frente de la búsqueda, expresando su frustración ante la falta de respuestas por parte de las autoridades. En una reciente entrevista, Carolina mencionó que las cámaras de seguridad de la zona no fueron revisadas hasta el 18 de julio, cinco días después de la desaparición de su madre. «Las cámaras recién se obtuvieron el día 18. Sé que la revisión de cámaras es muy rigurosa, muy lenta, son alrededor de 56 cámaras las que tiene el comercio de Llolleo», comentó Carolina, quien ha estado haciendo un llamado a la comunidad para que se mantenga alerta.
La situación se complica aún más debido a la falta de un fiscal asignado al caso. Carolina ha manifestado su preocupación, afirmando que no hay claridad sobre las diligencias que se llevarán a cabo. «Hasta el día de hoy no tenemos mayor información. No tenemos fiscal a cargo, no sabemos cuáles van a ser las diligencias el día de mañana. Se va a cumplir una semana desde que mi mamá desapareció. No tenemos respuestas de nadie», expresó con evidente angustia.
La comunidad de San Antonio ha mostrado su apoyo a la familia de Matilde, y muchos se han unido a la búsqueda. Carolina ha hecho un llamado a cualquier persona que pueda haber visto a su madre para que se comunique con las autoridades. Matilde es descrita como una persona muy conocida en la localidad, especialmente por su labor como profesora, lo que ha generado un gran interés en su caso.
### La Búsqueda y el Protocolo de Desapariciones
El protocolo de búsqueda de personas desaparecidas en Chile incluye la activación de diversas unidades policiales, así como la colaboración con la comunidad. En este caso, la Policía de Investigaciones (PDI) ha estado involucrada, pero la falta de un fiscal asignado ha generado incertidumbre sobre el avance de la investigación. La PDI ha indicado que están realizando las diligencias necesarias, pero la familia siente que el tiempo es un factor crítico.
La búsqueda de Matilde ha incluido la revisión de cámaras de seguridad y la distribución de volantes en la comunidad. Carolina ha instado a los ciudadanos a estar atentos y a reportar cualquier avistamiento. «Necesitamos que nos asignen un fiscal, no puede ser que llevemos tantos días y que solo tengamos respuestas de que tenemos que seguir esperando», enfatizó.
La situación de Matilde Abarca no es un caso aislado. En Chile, la desaparición de adultos mayores es un problema que ha ido en aumento, y muchas familias enfrentan la angustia de no saber el paradero de sus seres queridos. La colaboración entre la comunidad y las autoridades es fundamental para abordar este tipo de situaciones, donde cada minuto cuenta.
### La Reacción de la Comunidad y el Apoyo Familiar
La comunidad de San Antonio ha respondido de manera solidaria ante la desaparición de Matilde. Grupos de vecinos se han organizado para ayudar en la búsqueda, distribuyendo volantes y compartiendo información en redes sociales. Este tipo de apoyo es crucial, ya que muchas veces, la colaboración ciudadana puede marcar la diferencia en la localización de personas desaparecidas.
Carolina ha agradecido el apoyo recibido, pero también ha expresado su frustración por la lentitud de los procesos. «Es desesperante. Mi madre es una persona muy conocida, y necesitamos que la gente esté atenta. Si alguien la identifica, que la retengan y la lleven a una comisaría o a PDI para después ir a buscarla», pidió Carolina, quien sigue con la esperanza de encontrar a su madre con vida.
La búsqueda de Matilde Abarca es un recordatorio de la vulnerabilidad de los adultos mayores y la importancia de la vigilancia comunitaria. La familia y amigos continúan esperando noticias, mientras que la comunidad se une en un esfuerzo colectivo para traerla de vuelta a casa. La situación también resalta la necesidad de mejorar los protocolos de respuesta ante desapariciones, asegurando que se actúe con rapidez y eficacia para proteger a los más vulnerables.