En el contexto actual de la economía chilena, el crecimiento del 4% se ha convertido en un objetivo ambicioso que varios candidatos presidenciales han propuesto como alcanzable en el corto y mediano plazo. Durante un reciente seminario organizado por la Sofofa, figuras clave como el Ministro de Hacienda, Mario Marcel, y la Presidenta del Banco Central, Rossana Costa, se unieron a los candidatos Jeannette Jara, Evelyn Matthei y José Antonio Kast para discutir la viabilidad de estas metas. La pregunta que surge es: ¿es realmente factible alcanzar un crecimiento del 4% en los próximos años?
Las proyecciones actuales indican que la economía chilena ha crecido un 2,6% entre enero y junio de este año, y se espera que cierre el año con un crecimiento de aproximadamente 2,5%. Sin embargo, los economistas advierten que alcanzar un crecimiento sostenido del 4% es un desafío considerable. Según Alejandro Fernández, economista de Gemines, para lograr esta meta, es necesario crear condiciones adecuadas que permitan la rápida ejecución de proyectos de inversión. Sin embargo, esto parece complicado en el corto plazo, especialmente en 2026 y 2027.
Por su parte, Vanesa Lanciotti, economista de Deloitte, señala que el crecimiento promedio actual se sitúa en torno al 2%. Observando el comportamiento de economías desarrolladas, el crecimiento a largo plazo oscila entre el 1,75% y el 2% en el rango bajo, y entre el 3,8% y el 4% en el rango alto. Esto sugiere que aspirar a un crecimiento del 4% en Chile es una meta ambiciosa, considerando el nivel de madurez de su economía.
En la última década, Chile solo ha alcanzado un crecimiento del 4% o más en dos ocasiones: en 2018, impulsado por un favorable cambio político y condiciones externas, y en 2021, gracias a la liquidez generada por la pandemia. Desde entonces, el crecimiento ha sido modesto, con cifras de 2,2% en 2022, 0,5% en 2023, y se espera que el crecimiento para este año se mantenga en torno al 2,5%. Esto pone de relieve la dificultad de alcanzar las metas propuestas por los candidatos.
### La Inversión como Clave del Crecimiento
La inversión es un factor crucial para impulsar el crecimiento económico. Los candidatos han propuesto diversas estrategias para aumentar la inversión, incluyendo la desregulación y la reducción de la carga tributaria. José Antonio Kast, por ejemplo, ha enfatizado la necesidad de elevar la inversión al 30% del PIB y aumentar la productividad en un 1,5%. Sin embargo, los expertos advierten que estas propuestas deben ir acompañadas de acciones concretas para ser efectivas.
Patricio Rojas, economista de Rojas y Asociados, sugiere que se requieren «medidas de shock» como la baja de impuestos para estimular la inversión y salir del estancamiento actual. Esto implica que, aunque un cambio de gobierno hacia la centroderecha podría mejorar las expectativas de inversión, no será suficiente si no se implementan políticas efectivas.
Juan Ortiz, economista del OCEC-UDP, también destaca la importancia de mejorar el ambiente de negocios, reducir costos de transacción y fomentar concesiones privadas. Sin embargo, la incertidumbre jurídica es un obstáculo significativo. Macarena García, economista de LyD, señala que la falta de certeza jurídica ha afectado la confianza de los inversionistas, lo que complica la atracción de grandes inversiones que podrían impulsar el crecimiento.
### Desafíos Estructurales y el Crecimiento Potencial
Más allá de las metas de crecimiento a corto plazo, los economistas advierten que mejorar el crecimiento potencial de la economía chilena es un desafío aún mayor. Actualmente, se proyecta que el crecimiento potencial se sitúe entre el 1,8% y el 2% para la próxima década. Para elevar este potencial, es fundamental no solo aumentar la inversión, sino también implementar medidas que mejoren la productividad total de los factores, lo cual requiere tiempo y esfuerzo.
Rojas enfatiza que para lograr un crecimiento sostenible, es necesario realizar cambios institucionales y políticos que favorezcan la inversión. Esto implica un enfoque a largo plazo, donde el aumento de la productividad y la mejora en la calidad regulatoria juegan un papel crucial. Lanciotti agrega que, aunque es difícil lograr un salto significativo en el PIB tendencial en el corto plazo, existen acciones que pueden sentar las bases para un crecimiento gradual, como fortalecer el capital humano y mejorar la eficiencia del Estado.
En resumen, el camino hacia un crecimiento del 4% en Chile está lleno de desafíos. Las propuestas de los candidatos presidenciales reflejan una ambición por revitalizar la economía, pero la implementación de políticas efectivas y la creación de un entorno favorable para la inversión son esenciales para convertir estas metas en realidad. La economía chilena se enfrenta a un momento crítico, y las decisiones que se tomen en los próximos años serán determinantes para su futuro.