La temporada de cerezas chilenas 2024-2025 fue un periodo complicado para los productores y exportadores, especialmente debido a la caída de los precios en el mercado chino, que representa el principal destino de estas frutas. Este fenómeno generó inquietud en el sector, que se vio afectado por un exceso de oferta y problemas logísticos en el transporte hacia China. A pesar de las recomendaciones de ajustar las cantidades a exportar, el Comité de Cerezas de Frutas de Chile ha determinado que las proyecciones para la próxima temporada, 2025-2026, se mantendrán prácticamente igual que en años anteriores.
Según una encuesta realizada entre el 10 y el 17 de octubre, se estima que las exportaciones alcanzarán 131 millones de cajas, equivalentes a 655 mil toneladas. Esta cifra es similar a la del año anterior, que fue de 626 mil toneladas. Aunque el Comité ha señalado que podrían haber ajustes menores a medida que avance la temporada, esta es la única estimación oficial que se proporcionará.
Claudia Soler, directora ejecutiva del Comité de Cerezas, enfatizó que la cifra presentada es una «fotografía temprana» de la temporada, y que el enfoque debe estar en la calidad y el cumplimiento de los estándares requeridos por los consumidores. Es importante destacar que el 91% de las exportaciones de cerezas chilenas tiene como destino China, lo que convierte a este mercado en un factor crítico para el éxito de la temporada. Las dos semanas previas al Año Nuevo Chino, que en 2026 será el 17 de febrero, son especialmente relevantes, ya que las cerezas se han convertido en un símbolo de buena suerte y prosperidad en la cultura china.
Para optimizar la logística de exportación y asegurar la calidad de las cerezas, ProChile ha firmado un acuerdo en la CIIE 2024. Este acuerdo busca mejorar la distribución de las cerezas chilenas en el mercado asiático, lo que es fundamental para mantener la competitividad de la fruta chilena. Además, el Comité de Cerezas está trabajando en una campaña de promoción en China para fortalecer la imagen de la fruta chilena y consolidar la preferencia de los consumidores. Esto incluye la colaboración con importadores, distribuidores y el sector retail.
**Estrategias de Diversificación de Mercados**
Además de enfocarse en el mercado chino, el Comité de Cerezas ha manifestado su intención de diversificar los mercados de exportación. Se están llevando a cabo acciones para potenciar la presencia de las cerezas chilenas en Estados Unidos, Corea del Sur, Tailandia y Brasil, entre otros. Esta estrategia de diversificación es crucial para mitigar los riesgos asociados a la dependencia de un solo mercado, especialmente en un contexto donde los precios pueden fluctuar drásticamente.
La diversificación no solo busca abrir nuevas oportunidades comerciales, sino también fortalecer la resiliencia del sector frente a posibles crisis en mercados específicos. La experiencia de la temporada 2024-2025 ha demostrado que depender en gran medida de un solo mercado puede ser arriesgado, y por ello, el Comité está comprometido en explorar nuevas vías para la comercialización de cerezas.
**Impacto Cultural y Económico**
La cereza ha adquirido un significado especial en la cultura china, especialmente en el contexto del Año Nuevo. Antes de 2007, las naranjas y manzanas eran las frutas preferidas para regalar durante esta festividad. Sin embargo, desde que las cerezas comenzaron a ser vistas como un símbolo de buena suerte, su demanda ha crecido exponencialmente. Este cambio cultural ha beneficiado a los productores chilenos, quienes han sabido capitalizar esta tendencia.
El impacto económico de las exportaciones de cerezas es significativo para Chile, no solo por los ingresos que generan, sino también por el empleo que crean en las regiones productoras. La industria de las cerezas ha demostrado ser un motor de desarrollo en zonas rurales, donde la agricultura es una de las principales fuentes de ingresos. Por lo tanto, el éxito en la exportación de cerezas no solo tiene repercusiones económicas, sino que también contribuye al bienestar social de las comunidades involucradas.
A medida que se aproxima la temporada 2025-2026, los productores y exportadores de cerezas chilenas se enfrentan a un panorama lleno de desafíos, pero también de oportunidades. La clave estará en la capacidad de adaptarse a las condiciones del mercado, mantener altos estándares de calidad y diversificar los destinos de exportación. Con una estrategia bien definida y un enfoque en la promoción de la fruta chilena, el sector espera no solo recuperar la confianza de los consumidores, sino también consolidar su posición en el competitivo mercado internacional.
